Pablo Cabañas Díaz.
“Debería de caer una bomba en el zócalo… nos haría un favor a todos”, publicó en la red social Facebook, Ximena García, piloto de Interjet, en el marco de los festejos patrios. Al advertir, este mensaje de odio, usuarios de Facebook lo viralizaron y reclamaron a la empresa los advertencias de su empleada. En respuesta, Interjet publicó un comunicado en el que lamenta: “la inaceptable publicación” de su colaboradora, “misma que no representa los valores, la visión ni la posición de la empresa”. Al menos cinco hashtags se volvieron trending topics en Twitter, entre ellos: #LadyBomba, #LadyTerrorista, Interjet y #TodosSomosXimena; este último por los adversarios del Presidente mexicano para apoyar la amenaza de la piloto.
Interjet ha sido amenazada por usuarios con suspender vuelos. La empresa ha estado sometida de por sí a fuertes presiones financieras debido a un adeudo con las autoridades fiscales mexicanas. Este comentario llegó a la conferencia de prensa el presidente Andrés Manuel López Obrador quien consideró que la expresión de la piloto fue “bastante fuerte”, pero pidió esperar a la investigación que ha ofrecido la propia aerolínea.
Felipe Calderón aprovechando el momento calificó estos hechos de “mala broma” y recibió mensajes de apoyo, pero sobre todo más de reproche. Se le reclamó, que tradujera una amenaza de muerte en un tema político vinculado con él. La expresión de Ximena García sin duda, tuvo un propósito: amagar, amenazar o intimidar. No fue una broma. Sus palabras remiten, a la ira más sentida, y a un odio repleto de connotaciones ideológicas. La prohibición de divulgar discursos de odio, en las sociedades democráticas, obedece a que se impide la promoción del odio, la violencia y sobre todo la focalización contra determinados colectivos de la sociedad. Los destinarios de la amenazas y del discurso de odio tienen derecho a una explicación de Interjet. En México requerimos que avancen los marcos legales para hacer efectivas las acciones legales contra las personas que se dedican a denostar con total impunidad.