Pablo Cabañas Díaz
Hugo López-Gatell se autodestapó para contender por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Como subsecretario de Salud federal, tuvo varios desacuerdos en torno a la atención de la pandemia de Covid-19, con la entonces jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum. La forma de trabajo de López-Gatell con el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la pandemia estuvo caracterizada por : el absurdo y la politiquería . El 16 de marzo de 2020, durante la conferencia de prensa mañanera, declaró que el presidente no tenía que hacerse la prueba del coronavirus: “casi sería mejor que padeciera coronavirus porque lo más probable es que él en lo individual como la mayoría de las personas, se va a recuperar espontáneamente y va a quedar inmune”.
La renuncia de Asa Cristina Laurell, se la debemos a él. Tras su renuncia como subsecretaria de Salud, recibió el maltrato deLópez Gatelll . Cuando López Obrador perdió las elecciones presidenciales de 2006 acusando fraude, algunos de sus aliados en el PRD, como “Los Chuchos”, pactaron con Felipe Calderón para obtener cargos públicos. Pero no Asa Cristina Laurell. La doctora Asa Cristina Laurell es epidemióloga por la Universidad de Berkeley, California, y ese conocimiento especializado la llevó a identificar graves errores en la estrategia de López-Gatell contra el coronavirus. Sus decepciones se volvieron francas frustraciones, cuando intentó advertir al presidente que estaba mal aconsejado. El distanciamiento con López-Gatell llegó al punto de ni siquiera cruzar palabra, lo que la llevó a pensar que ya no había condiciones para hacer su trabajo. En la Secretaróa de Salud no valoraban su maestría, su doctorado, su lealtad, y se fue. El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), promovido por López-Gatell fue cuestionado por la doctora Laurell. El fracaso llevó a que los servicios que proporcionaba esta institución fuera absorbidos por el Instituto Mexicano del Seguro Social. El Insabi sustituyó al Seguro Popular a inicios de 2020, meses antes de que llegase la pandemia de la covid-19 a México, crisis que reveló en esta institución los mismos problemas que tenía su antecesora: falta de medicamentos, escasez de consultas y atención deficiente para los mexicanos mayores de edad que no tenían un seguro social. López-Gatell es un grillo, no más. Ahora lo demostro, en la misma lógica bizarra en la que en el delirio Calígula nombró senador a su caballo Incitatus. En esa lógica va el autodestape de Lope-Gatell. Según su ficha curricular oficial es médico cirujano, especialista en medicina interna, maestro en ciencias médicas y doctor en epidemiología, y quiere dirigir los destinos de la capital de México poblada por 22 millones de habitantes. Sin experiencia alguna en urbanismo y en la gestión de la ciudad, López-Gatell vive en un estado mental de confusión, como el que vivió Calígula quien nombró senador a su caballo Incitatus.