Pablo Cabañas Díaz.
El doctor Floris Margadant , nació en La Haya, Holanda en 1924 y falleció en la ciudad de México el 2 de marzo de 2002. Su padre era suizo y su madre holandesa. Creció y realizó sus estudios universitarios en Holanda. Después de la segunda guerra mundial decidió vivir en América Latina, aunque primero se trasladó a Haití, en donde conoció sus primeros libros de Derecho. En un viaje a Montevideo, Uruguay conoció México y en 1960 decidió obtener su naturalización renunciando a sus otras nacionalidades. Fue un destacado alumno, maestro e investigador; presidió diversos congresos nacionales e internacionales y formó parte activa de diferentes asociaciones académicas. Obtuvo el título de “Candidaat” en Economía -grado anterior al doctorado-, en la Economische Hogesschool actualmente Universidad de Rótterdam en 1947. En 1954 obtuvo el título de Licenciado en Derecho, con mención honorífica, en la UNAM y, en 1960, el grado de Doctor en Derecho.
Fue Secretario Académico de la Facultad de Derecho (1977-1981). Fundó en 1963 y dirigió hasta su muerte, el Seminario de Derecho Romano e Historia del Derecho, y tuvo a su cargo diversas funciones en varias comisiones académico-administrativas, dentro y fuera de la UNAM. Entre sus principales obras se encuentran: El derecho romano como afición, Universidad Veracruzana, México, 1959; El derecho privado romano como introducción a la cultura jurídica europea (1960); Introducción a la historia del derecho mexicano; Evolución del derecho japonés (1984); La segunda vida del derecho romano (1986); Los autos de los indios de Chamula contra su cura (1993); El viejo Burke y el nuevo liberalismo (1994) y Panorama de la historia universal del derecho (1999) entre otras obras.
Floris Margadant en las décadas de los setenta y ochenta construyó lo que bien pudiera llamarse una escuela de historiadores mexicanos del derecho. Fue animoso fundador y organizador de coloquios y congresos nacionales e internacionales. Su fácil capacidad para relacionarse, su extraordinaria cultura, los variados idiomas que dominó, su fina ironía y sus indiscutibles cualidades docentes, le procuraron una serie de discípulos y de lazos intelectuales que, en su labor de conjunto, significaron el despegue y la consolidación definitiva de los estudios de historia jurídica y de derecho romano en México. En sus últimos años, el profesor Margadant fue miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional, institución que lo nombró profesor emérito; formó parte del Sistema Nacional de Investigadores y fue profesor visitante en universidades de gran prestigio.
Recibió la medalla “Pro Iure Romano” (1967) de la Asociación Interamericana de Derecho Romano, la Presea de “Alto Honor Docente” de la Asociación Nacional de Abogados (1977), el Premio Anual “J. Sánchez Cordero” de Investigación Jurídica, UNAM, en 1988, la “Gran Cruz del Mérito Jurídico” (1991), la medalla “M. Lardizbal” (1993) de manos del Rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, el “Doctorado Honoris Causa” de la Universidad Autónoma de Puebla (1994), la “Gran Cruz del Alto Honor Profesional” (1995) y recibió el “Premio UNAM 1995” de Investigación en Ciencias Sociales. En 1988 la UNAM publicó un libro en su homenaje, con contribuciones de intelectuales mexicanos y quince especialistas extranjeros. En 1992 el Rector de la UNAM añadió su apellido al nombre del Seminario de Derecho Romano, y a una aula en la Facultad de Derecho. De igual forma ahora reciben su nombre diversas aulas en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, la Universidad Latinoamericana, y la Biblioteca del Postgrado en Derecho de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.