Pablo Cabañas Díaz.
Carlos Montemayor (1947-2010), fue autor de novelas como “Guerra en el paraíso”, “Los informes secretos” y “Las mujeres del alba”, así como de libros de poesía: “Abril y otros poemas” y “Apuntes del exilio”, además fue creador del libro antropológico: “Tarahumaras. Pueblo de estrellas y barrancas”, exhaustiva investigación sobre la cosmogonía tarahumara, entre muchos otros registros artísticos. En el marco del 75 aniversario del natalicio de Montemayor, recordamos su novela “Guerra en el paraíso”, una reconstrucción de la historia de vida de Lucio Cabañas, que es la figura central de su narrativa. Hallamos en sus páginas, además de lo sucedido en los primeros años de la década del 70, los antecedentes de su movimiento, sus reuniones con los campesinos de Atoyac en mayo de 1967, cuando los invitaba a la lucha armada para enfrentar las injusticias que padecían.Guerra en el Paraíso se adelantó en el tiempo y ahora podemos entender las propuestas de su autor sobre derechos humanos, memoria colectiva y sucesos de la guerra sucia de los años setenta ya las había dejado entrever Carlos Montemayor.
Cuando en 1991 la editorial Diana publicó la primera edición de Guerra en el Paraíso, la recepción inicial no fue buena. En la revista Vuelta Fernando García Ramírez, no escatimó sarcasmos para mofarse de una novela que calificó de maniquea y en la que se hacía un elogio desmedido del “guerrillero heroico” que luchaba contra las fuerzas oscuras del mal, el Estado mexicano: “el Estado aparece representado por políticos crueles, corruptos ambiciosos, y por el ejército, ciega maquinaria represiva”. Con la ironía peculiar del reseñista describe los defectos de la narración de esta manera: “¿vale la pena demorarse con tanto cuidado -casi la mitad del libro- en consignar las vejaciones y los crímenes contra los campesinos? ¿Por qué los campesinos hablan como sociólogos rurales y los funcionarios del gobierno como oradores del día de la bandera? Por el propósito de hacerlos reales, Montemayor sacrifica la complejidad de sus personajes y disminuye al mínimo sus recursos expresivos” En 1991, no se consideraba la acción militar en Guerrero como una “guerra sucia”, ni siquiera se mencionaba la defensa de los “derechos humanos” y menos aún se pensaba en la preservación de la memoria colectiva de los sucesos.
Montemayor expresó en una entrevista que su novela constaba de cuatro personajes centrales: el jefe guerrillero, el secretario de la Defensa, el gobernador del estado y el entonces senador Rubén Figueroa Figueroa, quien sería gobernador de Guerrero. Montemayor expuso en “Guerra en el paraíso”, la tragedia del ser, tanto del real como del posible. El autor buscó explicaciones, como las circunstancias sociales del estado de Guerrero en esos años. En esa novela se mira la vida de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa que en 2014, sería de nuevo parte de la grave tragedia nacional. “Guerra en el paraíso”es una obra de conjunto de voces y de acciones, con la visión prevaleciente de quien se pone del lado de las víctimas. Obra de escritura entendida como observación de los hechos, sus motivaciones y sus consecuencias, hay en ella algunas páginas que orientan acerca de la búsqueda por parte del autor de cierto equilibrio en sus puntos de vista, y otros al menos que no descartan los considerandos de la parte contraria. Cuando se publicó la primera edición de “Guerra en el Paraíso”no se tenía el horizonte de expectativas que trajo la elección del año 2000 y la promesa de integrar una Comisión de la Verdad. “Guerra en el Paraíso”, en sus inicios se tomó como una novela testimonial, la manera en que está narrada es un intento para convencer a un público culto que la llamada “guerra sucia” era un asunto que le dolía al Estado, y un capítulo importante de la historia del autoritarismo pendiente de resolver.