Pablo Cabañas Díaz
Los más cercanos amigos y colaboradores de Fernando Benítez (1912-2000)
Camposeco, retrata a Fernando Benítez, Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis, como los intelectuales privilegiados del sistema priista. El texto titulado: “Gran periodista y privilegiado del régimen” menciona que su salida del diario Novedades fue un mito que lo convirtió en víctima de la intolerancia ideológica. Según la versión de aquel grupo, que la gente del medio cultural conocía como “La mafia”, Benítez fue despedido, o renunció al periódico, porque “no lo dejaron defender a la Revolución cubana”. Pero las versiones suelen tener ligeros matices. Carlos Fuentes en un texto publicado en El País (24 /12/2011) titulado: “La larga vida del suplemento de Novedades”, la publicación terminó cuando Benítez insistió en imprimir un largo reportaje sobre la recién nacida Revolución cubana. El periódico se lo reprochó y Benítez, junto con sus huestes […] renunció y buscó nuevo techo.
El nuevo espacio se lo dio el gran jefe José Pagés Llergo en la fortaleza sitiada de la revista Siempre!” La “fortaleza sitiada”recibió medio millón de pesos del presidente Adolfo López Mateos “suma significativa entonces”, dice Monsiváis (Siempre!, 21-II-1962, pp. 36-37). Vicente Rojo acompañó a Benítez a entrevistarse con el presidente López Mateos en diciembre de 1961, poco antes de Navidad, y fue testigo que el presidente le ofreció dinero a Benítez: “Déle usted el dinero que pensaba darme a mí. Déselo a él” (a Pagés Llergo), le dijo Benítez. Emmanuel Carballo recuerda que le dieron un millón de pesos a Benítez para iniciar La Cultura en México en la revista Siempre! No medio millón, como publicó Monsiváis. Como sea, la “fortaleza sitiada”, como dice Fuentes, no parece haber estado tan asediada. Cuando menos por el presidente.
Fernando Benítez, estuvo trece años a cargo de la dirección de México en la Cultura de Novedades, que ha sido considerado el mejor suplemento de México. No hubo como se insinúa un conflicto ideológico. Benítez, recordó en noviembre de 1997 que a su salida de Novedades le dieron “una cuantiosa suma” . En enero de 1959, como bien lo reseña Víctor Manuel Camposeco, Benítez y Fuentes fueron a La Habana a iniciar lo que Castro llamó “Operación Verdad”. Benítez no divulgó nada sobre el tema. Carlos Fuentes, en enero de 1959 divulgó en su columna “Diálogo de sombras”, del suplemento México en la Cultura , la defensa de la Revolución cubana. En el suplemento número 587, del 12 de junio de 1960, Benítez lo organizó como un ensalzamiento de la Revolución cubana. Fuentes rubricó en La Habana , el día 23, su columna publicada el domingo 25 de enero de 1959.
En la exaltación sobre Fernando Benítez, un hijo del siglo, publicado por La Jornada el 17 de enero de 2000, un mes antes de su muerte, Carlos Monsiváis compendia y remata con humor: “Nota de un no tan hipotético diccionario del siglo XXII: Benítez, Fernando. Nació en la ciudad de México en 1910 y desapareció en 2032 en un vuelo de reconocimiento de la expedición en busca del sitio donde se supone estuvo la selva Lacandona (cerca de donde estuvo Chiapas). Entre sus obras destacan Los indios de México (cinco tomos de Ediciones Era), un valioso documento literario y antropológico sobre las etnias hoy en buena parte radicadas en el estado de California. Dramaturgo gozosamente fallido (Cristóbal Colón), novelista a reconsiderar (El rey viejo, El agua envenenada), historiador (La ruta de Hernán Cortés, Los demonios en el convento, La ciudad de México), embajador de México en la República Dominicana , fue también periodista y promotor cultural de primer orden.
En un texto de 1992 publicado por La Jornada y reproducido en el citado perfil de 2000, Carlos Fuentes destaca acerca de la visión política de Benítez: Las batallas libradas por Fernando fueron incontables, por toda nación latinoamericana injustamente agredida, por la libertad de España y contra Franco. Los suplementos culturales dirigidos por Fernando fueron generoso asilo de la emigración española y, más tarde, de la sudamericana. Una foto sumamente dinámica muestra a Benítez enfrentándose al entonces jefe de la policía metropolitana que quería impedirles a los republicanos españoles manifestarse contra la visita de Eisenhower a Madrid ante la embajada estadounidense en el Paseo de la Reforma.