Pablo Cabañas Díaz
El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, estuvo al frente de un gobierno de éxito en su país. Con 13 años y 9 meses, se convirtió en la persona que ha gobernado este país por mayor tiempo. Durante sus tres periodos de gobierno, Morales ayudó a que el país tuviera una completa transformación en el ámbito económico y social, aunque no todo se puede agradecer directamente a su gestión. El crecimiento económico ha sido constante desde 2006. De acuerdo con cifras del Banco Mundial, de 2006 a 2019, el país creció a una tasa superior al 4% anual. El crecimiento del PIB no es el único dato que habla de la buena gestión económica que ha vivido el país. De 2006 a 2018, la pobreza se redujo, así como la población en pobreza extrema. Además, la desigualdad económica también disminuyo.
El censo de 2001 había establecido la cifra a menudo citada de que el 62% de la población era indígena. Por lo tanto, fue sorprendente que una década después, y mucho después de que Morales llegara al poder, el censo de 2012 descubrió que solo el 40% de la población se identificaba como indígena. Parte de esta discrepancia puede atribuirse a pequeñas diferencias en la forma en que se formuló la pregunta. Pero ese hallazgo es bastante consistente con las encuestas que incluyen específicamente la categoría étnica de mestizo en las preguntas de auto identificación que el censo de 2001 ni el 2012 hicieron. A pesar de los problemas en el horizonte económico, es cierto que los años transcurridos desde que Morales llegó al poder han visto una mejora significativa para muchos bolivianos, especialmente aquellos más estrechamente asociados con los partidarios del MAS de base: los pobres rurales y urbanos, y los bolivianos indígenas. .
Las condiciones económicas han comenzado a perturbarse, pero muchas de las ganancias logradas en la última década, particularmente en educación y salud, parece haberse atrincherado. Los problemas identificados por los bolivianos parecen ser mucho más sistémicos y consistentes. Después de la economía (25.3%) y el desempleo (9.7%), los bolivianos mencionaron el crimen (11.7%), el agua (7.6%) y la corrupción (7.1%) como los problemas más importantes que enfrenta el país.
Morales, fue el primer presidente indígena de Bolivia, que señaló cambios dramáticos en las realidades políticas, económicas y sociales de Bolivia, una de las sociedades más pobres y desiguales de América. Desde 2005 el sistema político boliviano que no cumple con las expectativas de una democracia liberal competitiva. Quizás una forma de pensar en esto es que Bolivia cambió una forma “excluyente” de política (neoliberal) por un sistema político más “plurinacional” pero menos competitivo.
Hoy, con la “renuncia” de Morales la confianza en las instituciones, se erosionó. La inestabilidad política desatada en Bolivia tras el golpe de estado podría derivar en una reprivatización de sus recursos naturales. . Pero las cosas se complican aún más cuando Carlos Mesa, que había logrado un amplio apoyo en las urnas e inicialmente liderado las protestas, es desplazado por un líder extremista que se ha adjudicado un rol al anunciar un gobierno transitorio, Luis Fernando Camacho su foto posando una Biblia en el piso del Congreso se difundió globalmente.
Más allá del golpe, el foco está en la salida. La capacidad de Morales de rearticularse para representar las demandas de una parte muy importante de la población son claves para el futuro de la democracia en Bolivia.