PABLO CABAÑAS DÍAZ
“El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes” es una novela conmovedora y profundamente introspectiva de la autora moldava Tatiana Ţîbuleac, traducida al español por Marian Ochoa de Eribe. La historia sigue a Aleksy, un joven artista marcado por la ira y el resentimiento hacia su madre, quien le propone pasar un último verano juntos en un pequeño pueblo francés. Este viaje se convierte en un proceso de sanación y redescubrimiento, donde los recuerdos y las emociones reprimidas emergen con intensidad.
La narrativa de Ţîbuleac es poética y visceral, llena de imágenes vívidas y metáforas que capturan la complejidad de las relaciones familiares. Aleksy, como narrador, nos guía a través de su mundo interior, revelando lentamente las capas de dolor y amor que han definido su relación con su madre. La autora explora temas universales como el perdón, la redención y la fragilidad de la vida, mientras pinta un retrato honesto y a menudo desgarrador de la maternidad y la infancia.
Uno de los aspectos más destacados de la novela es la evolución de Aleksy. Al principio, su odio hacia su madre parece inquebrantable, pero a medida que el verano avanza, sus sentimientos comienzan a cambiar. La transformación de Aleksy es sutil pero poderosa, reflejando la capacidad humana de cambio y crecimiento emocional. Este proceso se ve reforzado por la prosa lírica de Ţîbuleac, que captura tanto la belleza como el dolor de las experiencias humanas.
La traducción de Marian Ochoa de Eribe mantiene la esencia y la riqueza del texto original, permitiendo que los lectores hispanohablantes experimenten la profundidad emocional de la obra. “El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes” es una novela que invita a la reflexión, ofreciendo una mirada sincera y emotiva sobre el poder del amor y el perdón. Es una lectura esencial para quienes buscan explorar la complejidad de las relaciones familiares y la capacidad de las personas para sanar y encontrar la paz interior.