lunes, diciembre 9, 2024

OTRAS INQUISICIONES: El destape de Zedillo

Pablo Cabañas Díaz.

Designado el 29 de marzo de 1994, seis días después del asesinato de Luis Donaldo Colosio, Ernesto Zedillo se convirtió en nuevo portaestandarte del PRI. El asesinato de Colosio impuso una situación de emergencia en el seno del PRI. La necesidad imperativa de dotarse de un presidenciable, las múltiples y recíprocas sospechas en el interior de la clase política a raíz del homicidio, las dudas acerca del o los autores intelectuales, el precedente inmediato dejado por la forma en que el presidente de la República había designado al candidato asesinado, las fuertes pugnas internas del PRI en vistas del nuevo reacomodo de fuerzas, entre otros aspectos, condujeron a adoptar una nueva variante en la designación del candidato: si bien el presidente no resolvió solo, tampoco convocó a una Convención del PRI para nombrar al nuevo candidato presidencial.

La “unidad” PRI-gobierno constituyó el elemento definitorio, aunque la designación del resto de candidaturas a puestos de elección popular evidenció descontento, desplazamientos y rupturas, pero al mismo tiempo fue el principio de una recomposición interna. A diferencia del periodo previo, el PRI tomó en sus manos la conducción de la campaña. Poco tiempo antes el líder cetemista Fidel Velázquez —insatisfecho por la disminución progresiva de sus espacios en el reparto interno de las cuotas— se había comprometido a acompañar al candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio, en sus giras por el interior de la República. No pasaron muchos días antes de que abandonara su propósito “por motivos de salud”. En el fondo aquella decisión buscaba mayor presencia priísta en la acción electoral del candidato presidencial. Después de todo era el candidato del PRI.

Obligado por las circunstancias, pero obstinado en mantener el control sucesorio, Salinas encabezó otro destape, auxiliado de Manlio Fabio Beltrones y la tecnología: mediante un video revivieron a Colosio, que confiaba la coordinación de la campaña a Ernesto Zedillo, a quien prodigó elogios y sería quien le sucedería en Los Pinos. Entonces fue que don Fidel Velázquez, el nonagenario líder de la CTM —bastión priista designado a darle validez a los deseos del presidente—, pronunció las siguientes palabras: “Caray, señor presidente, nos adivinó usted el pensamiento”.

Con los lemas “Bienestar para tu familia” y “Él sabe cómo hacerlo“, que ante su falta de carisma pretende resaltarlo como buen administrador, Zedillo pierde el primer debate televisivo efectuado en México, después del cual se ve como seguro vencedor a Diego Fernández de Ceballos, candidato panista. Sin embargo, Fernández de Cevallos baja extrañamente el ritmo de su exitosa campaña y en 38 de los 68 días restantes no hace un solo acto electoral. Los resultados de los comicios realizados el 21 de agosto de 1994 fueron: PRI 17,160,011 votos (48.75%); PAN 9,142,679 (25.97%); y PRD 5,838,021 (16.59%). Zedillo fue el último presidente del PRI en más de 70 años consecutivos.

 

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