Pablo Cabañas Díaz
Hoy en día, son varios los factores que ponen nerviosos a los inversionistas sobre México y por eso, desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) se hacen una serie de recomendaciones ante los posibles embates que sufrirá nuestra economía, centrándose en la necesidad de estructurar un sistema fiscal y de fortalecer al estado de derecho, dos temas discutidos por expertos y empresarios en el país. El organismo internacional señala que frente a la recién aprobada reforma fiscal de Donald Trump por el Senado estadounidense y que será votada por la Cámara de Representantes, México, tiene el reto de fortalecer su sistema fiscal. Para Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, este no es el único reto : “el bajo crecimiento económico sigue siendo el problema más importante del país, por lo que el próximo presidente debe trabajar en reforzar no sólo la parte económica sino también en temas como el combate a la corrupción, estado de derecho e inseguridad”.
A esta alerta de riesgo, se suma la de Luis Robles Miaja, presidente del consejo de Administración de BBVA Bancomer, el mayor intermediario financiero del país al precisar que el proceso para renovar la Presidencia de la República en 2018 entraña para la economía mexicana un riesgo mayor que un eventual rompimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), si bien el alto ejecutivo hizo un matiz al precisar que “no es un tema de Andrés Manuel López Obrador (quien será candiato de Morena) contra José Antonio Meade (el seguro candidato priista), sino de aquellos que piensan en términos demagógicos y quienes hacen propuestas reales.
Robles Miaja mencionó que una muestra del nerviosismo que despierta entre los participantes de los mercados financieros el proceso en curso para renovar la Presidencia es la manera en que se mueve la cotización del peso en el mercado de futuros de Chicago –donde se negocia una parte relevante del intercambio diario con la moneda mexicana.
Otro ejemplo del tamaño del riesgo que afrontamos son los insistentes llamados de altos funcionarios mexicanos a la comisionada europea Cecilia Malmstrom para que no se apuren los tiempos de la modernización del Tratado de Libre Comercio entre Europa y México.. Los europeos se están poniendo estrictos con el contenido político y social de la modernización del acuerdo, concretamente en lo referido a derechos laborales. En Bruselas crece la idea de que el TLCAN está en riesgo por los bajos de los salarios mexicanos. Esto da impulso a aquellos que piden incluir cláusulas especiales en el nuevo acuerdo en las que se deje constancia de que México respetará derechos laborales. Con este escenario vamos a dar inicio a las campañas políticas.