miércoles, abril 24, 2024

OTRAS INQUISICIONES: COVID-19: De Wuhan para el mundo

Pablo Cabañas Díaz.

El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan provincia de Hubei, China, informó sobre un agrupamiento de 27 casos de neumonía de etiología desconocida con inicio de síntomas el 8 de diciembre, incluyendo siete casos graves, con una exposición común a un mercado mayorista de marisco, pescado y animales vivos en la ciudad de Wuhan, sin identificar la fuente del brote. El mercado fue cerrado el día 1 de enero de 2020. Los síntomas de la enfermedad COVID-19 son inespecíficos y su presentación, según la OMS/WHO puede incluso carecer de síntomas.

El 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae, que fue denominado “nuevo coronavirus”, 2019-nCoV. A continuación el virus fue denominado como SARS-CoV-2 y la enfermedad se denomina COVID-19. La secuencia genética fue compartida por las autoridades chinas el 12 de enero. El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de SARS-CoV-2 en China Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.

El periodo de incubación medio es de 5 a 6 días. Según la información proporcionada por la misión de la OMS en China, con 55.924 casos confirmados la mediana de edad fue de 51 años, con una mayoría de casos (77,8%) entre 30 y 69 años. El 51% de estos casos fueron varones. Los síntomas de la enfermedad en un más de un 80% son leves (fiebre, tos, expectoración, malestar general), mientras que aproximadamente el 20% pueden tener manifestaciones clínicas más graves (neumonía y complicaciones clínicas) que requieran ingreso hospitalario. Las personas con manifestaciones graves de la enfermedad por lo general tienen enfermedades de base como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedad respiratoria crónica.

La enfermedad COVID-19 se propaga principalmente de persona a persona a través del contacto cercano y se transmite a través de gotas del tracto respiratorio cuando un individuo infectado estornuda o tose, bien de modo directo, o de modo indirecto por contacto con superficies contaminadas con el virus, que el individuo susceptible toca con sus manos y luego se las lleva a nariz, ojos u boca. La estrategia de China al brote de un nuevo virus, que no había sido visto nunca, cuyo contagio estaba creciendo rápidamente, y que era muy intimidante en enero, ha sido la aplicación de lo que algunos estiman son viejas y básicas normas de salud pública con un rigor y de una forma nunca vista antes en la historia. Fundamentalmente lo que han hecho es encontrar los casos de contagio, los han aislado y han aplicado limitaciones de movimiento para todas las personas.

 

Artículos relacionados