jueves, abril 18, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Castaneda: El icono de los baby boomers

Pablo Cabañas Díaz.

Se llamó Carlos Castaneda (1925-1998), fue un antropólogo que vendió 30 millones de libros en 17 idiomas. Escribió uno de los mayores bestsellers ,de todos los tiempos sobre las enseñanzas recibidas de un antiguo linaje de brujos yaqui. Su obra marcó a una generación que vivió en los años setenta del siglo pasado. “Las enseñanzas de don Juan”, describen las experiencias de Castaneda con don Juan Matus, un brujo indio que lo habría iniciado en los secretos de los hongos alucinógenos.  No fue una editorial comercial la que publicó esa obra sino la prestigiosa editorial de la Universidad de California (UCLA). Para una editorial de tirajes bajos, este texto representó importantes ingresos, prestigio y además de ser reconocida por haber dado la oportunidad a un académico de trascender a nivel mundial. El libro nació como un trabajo académico encargado por el catedrático Clement Meighan.  El profesor quedó tan impresionado que le propuso convertir su trabajo escolar en un libro. Nadie exigió jamás a Castaneda, notas, fotos o grabaciones con don Juan Matus que probasen su relato.Lo increíble fue que le dieron un doctorado por su tercer libro: ‘Viaje a Ixtlán’. En total escribió 13 libros que fueron éxitos en ventas.

Según los registros Carlos César Salvador Arana Castaneda nació en Cajamarca, Perú, el 25 de diciembre de 1925. Estudió primero en la escuela fiscal 91 y luego en el colegio San Ramón. Hasta la publicación de “Las enseñanzas de don Juan” sus ingresos económicos eran escasos y su vida llena de sacrificios. Las editoriales ganaron millones con sus libros afirmando que no era importante si lo que contaba era “real o una alegoría”. Para sus seguidores, Castaneda era más que un antropólogo, era un mesías. Los brujos no mueren, se queman por dentro. Eso aseguraba Don Juan, el personaje de ficción que creó.

Cuando falleció a causa de un cáncer en 1998, muchos de sus adeptos, que habían gastado fortunas en sus cursos de “tensegridad” – o “pases de energía”-, se negaron a creerlo: En uno de sus últimos libros, “La otra realidad”, Don Juan Matus le confía al antropólogo que el último paso para convertirse en brujo es dar “un salto al vacío” para acceder a una realidad superior. El gurú, que en vida obligó a sus seguidores a romper los lazos con sus familiares, mantenerse célibes y rechazar la maternidad -se sacaba de la manga prácticas interesadas, como los coitos rituales-, solía humillar a sus seguidores en sus seminarios para destruir su autoestima. Eso sí, cuanto decía y hacía lo ponía en boca de Don Juan.

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