Pablo Cabañas Díaz
Carlos Fuentes, en un diálogo con el periodista James R. Fortson publicado en 1973 en el libro “Perspectivas mexicanas desde París”, calificó como “un gesto que sin duda le honra” el que Gustavo Díaz Ordaz se hubiese imputado toda la responsabilidad por la matanza del 68, y tras comparar a Luis Echeverría con Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas, respondió a quienes criticaban su respaldo a Echeverría quien acababa de dejar el poder. Fuentes declaró: “No acabamos de digerir nuestros traumas (…) Creo que en primer lugar el responsable único fue el presidente de la República de México. En segundo lugar, que en Tlatelolco intervino el Ejército por órdenes de la Presidencia y de la Defensa, no de Gobernación. Y en tercer lugar, que aunque Echeverría hubiese sido 100% responsable del 68, no podemos hacer una política a base de la noción cristiana del pecado original y convertirnos en estatuas de sal mirando siempre hacia atrás…”
Fortson también le preguntó a Carlos Fuentes: ¿Qué piensas tú del hecho de que los sucesos del 10 de junio de 71, pese a la promesa de Echeverría de esclarecerlos públicamente en un plazo perentorio, no se hayan aclarado? Fuentes reconoció: “Me parece una de las cosas malas de este régimen. Yo creo, en primer lugar, que el 10 de junio fue una provocación de para desprestigiar al nuevo presidente y forzarle el rumbo por el camino de la represión”. En términos políticos, según Fuentes, el problema fue resuelto. Hoy, queda la duda de sí fue correcta la respuesta de Fuentes en términos políticos, en términos pragmáticos, e incluso para salir del paso, pero lo que queda claro al paso de los años, es que su respuesta fue un error frente al juicio historia.
Fuentes fue uno de los intelectuales que cedieron a la tentación de acortar la famosa “distancia con el príncipe”, frase acuñada por Octavio Paz, al dar su respaldo político al presidente Luis Echeverría.. En un avión que el escritor Gabriel Zaid bautizó como “de redilas”, connotados intelectuales se incorporaron a una gira presidencial con el presidente Luis Echeverría por América Latina en 1972, fue vergonzoso el acarreo y asumieron su adhesión al régimen al adoptar la frase :“Echeverría o el fascismo”, cuya autoría se ha atribuido lo mismo a Fuentes, quien se desempeñó como embajador de México en Francia, pero también al periodista Fernando Benítez, asesor del presidente.