Pablo Cabañas Díaz.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que la economía mundial caerá 3.2 por ciento este año debido a la crisis del coronavirus SARS-CoV-2, la caída más aguda desde la gran depresión en la década de 1930. En un reporte titulado: “Situación Económica Mundial y sus Perspectivas”, la entidad mundial espera “que la economía mundial pierda casi 8.5 billones de dólares en producción en 2020 y 2021, lo que borra las ganancias de los cuatro años anteriores.
El Informe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, sostiene que, en enero de 2020, se había proyectado un crecimiento de la economía mundial de hasta 2.5 por ciento este año. El informe indica que la pandemia también está “exacerbando la pobreza y la desigualdad”, con un estimado de 34 millones de personas que probablemente caigan por debajo de la línea de pobreza extrema este año, 56 por ciento de ellos en África. Destaca el texto, que 130 millones de personas más podrían caer en la pobreza extrema para 2030, lo que daría un “gran golpe” a los esfuerzos mundiales para erradicar la pobreza extrema y el hambre para el final de la década.
En Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, también nos muestra un escenario económico derivado de la crisis económica causada por Covid-19, que él define como la más importante que enfrenta Estados Unidos, desde la Segunda Guerra Mundial. Powell, afirma que los daños causados por la pandemia del coronavirus a la economía estadounidense podrían ser “duraderos”. La expresión “duraderos” se delimita a la fuerte disminución que habrá en la actividad económica y en el empleo. La Reserva Federal, manifiesta que, en solo dos meses, “más de 20 millones de personas han perdido sus empleos”. Esta caída en el empleo se da en el 40 por ciento, de los hogares que ganan menos de 40 mil dólares por año.
Los comentarios de Powell son el reconocimiento de los riesgos que enfrenta la economía estadounidense derivados de la pandemia de coronavirus. Cuanto más persistan los riesgos sanitarios, habrá más posibilidades de que las empresas quiebren y que los hogares sufran graves problemas de ingresos. Esta caída en el empleo será más feroz con quienes tienen menos capacidad para abordarla.
La proyección del Banco de Francia también presenta un panorama sombrío sobre la caída de la actividad económica como consecuencia del coronavirus. Esta institución precisa que será una caída dos veces más fuerte que la del 2008-2009 durante la última gran crisis. Además de la intensidad de la crisis, lo que sorprende en este caso es la velocidad del desplome, y es que, según estimaciones diversas, más de la mitad de la actividad económica global, se encuentra paralizada, notablemente en los sectores de la aviación, la automotriz y la construcción, que han reducido su actividad alrededor del 90 por ciento. ¿Consecuencias? En Francia cinco millones de asalariados están hoy sin trabajo. Hecho nunca visto antes. Al igual que en Francia, se estima que en el Reino Unido, España, Alemania e Italia el desplome tendrá consecuencias pocas veces vistas desde la gran recesión de 1930, en el empleo y la calidad de vida de millones personas.
