miércoles, abril 24, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Aprobación presidencial

Pablo Cabañas Díaz

La aprobación de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México se ubica con un 60.3% de respaldo,  pero ha tenido hasta un 67.8% de aprobación. Por el contrario, Enrique Peña Nieto, inició su mandato con una aprobación del 55% y ese mismo año bajó al 53% para caer luego a niveles de entre el 29% (según Consulta Mitofsky, agosto de 2016) y el 25% (Buendía y Laredo, noviembre del 2016).

Los bajos niveles de aprobación de Peña Nieto,  representan la calificación más baja para un presidente desde que se inició la publicación de encuestas similares en 1995 (Reforma, 13.IV.16). La caída más pronunciada comenzó en febrero de 2014 y parece coincidir con las evaluaciones más bajas de los ciudadanos sobre las Reformas Estructurales (en especial, las Reformas Energética y Fiscal que  provocaron el mayor número de evaluaciones negativas).Según las cifras de Consulta Mitofsky, esta caída se debió en parte al crecimiento de la preocupación ciudadana por la inseguridad. En agosto del 2013, el 30% de la población consideró, que ése era el mayor problema; un año después, el porcentaje bajó al 27% y se posicionó en el 26% en agosto del 2015.

El tema de la corrupción, tuvo una influencia significativa sobre la aprobación de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, menor  incluso que el de la economía y la seguridad. La aprobación de Calderón  fue superior a la de Peña. Calderón tuvo una aprobación promedio en su sexenio del 22, Peña Nieto, en cambio fue de sólo el 13%.Peña Nieto, tuvo un sexenio accidentado los escándalos de corrupción fueron una constante.

La  aprobación presidencial se basa en datos individuales sobre cómo las personas conectan sus percepciones sobre la economía, la seguridad pública y la corrupción  con la evaluación del titular del Ejecutivo. Un lado argumenta que elciudadano, actúa de manera sofisticada al castigar o premiar a los presidentes, basándose en sus expectativas de futuro; otro, que el ciudadano evalúa las condiciones pasadas y presentes para castigar o premiar al Presidente. Hoy, el reto que tiene el presidente López Obrador será el mantener estos altos niveles de aprobación, en el segundo año de su mandato.

Artículos relacionados