Pablo Cabañas Díaz.
Mario Moreno definió a su personaje Cantinflas como un personaje falto de cultura, de preparación, pero que está listo para enfrentarse a cualquier tipo de situación. Una de sus frases preferidas era:actuamos como caballeros o como lo que somos. Es el caso del que fue el Jockey Club de México fundado por iniciativa de Pedro Rincón Gallardo, quien era Marqués de Guadalupe. Rincón Gallardo invitó a personas acaudaladas de la élite de México a formar el club en las salas de cabildo del Ayuntamiento. Los periodistas no tardaron en criticar esta decisión asegurando que el gobierno derrocharía recursos públicos en bailes y carreras de caballos. En el Jockey Club no sólo corrían las apuestas y los juegos de cartas, también se discutían asuntos de negocios, política e incluso se arreglaban matrimonios. Era el lugar preferido de los lagartijos, es decir de los mirreyes de la época porfiriana. El Jockey Club abrió sus puertas en la planta alta de la famosa Casa de los Azulejos en 1881, donde ofrecía los servicios de baño, barbería, billar, mesas de juego, restaurante, así como un salón cantina. Era el lugar en donde los hijos de las “mejores familias” de México se encontraban con gente de su misma “calidad”. Era un club muy exclusivo, solamente los que eran “alguien” tuvieran el privilegio de pertenecer, por ejemplo, los Corcuera, los Limantour, los Gómez del Campo, los Rincón Gallardo, o los Escandón. El Comité de Honor del Club exigía a sus miembros un comportamiento de etiqueta y cualquier transgresión al reglamento podía resultar en una sanción e incluso en la expulsión.
Terminado el Porfiriato y con Madero en el poder, los aristócratas conservaron sus riquezas y el Jockey Club siguió funcionando, pero a finales de noviembre de 1911 tuvo que cerrar sus puertas por tres días consecutivos y se colgaron moños negros en la puerta. Fue el el 24 de noviembre cuando varios personajes entraron al club, un miembro y tres de sus invitados. Se dirigieron al bar, ubicado donde ahora se encuentra en el Sanborns de Madero, su piano-bar . El socio era Pablo Escandón Jr., hijo del Jefe del Estado Mayor de Porfirio Díaz y ex gobernador de Morelos. Sus invitados, el general zapatista Manuel Dolores Asúnsolo y otros dos invitados.¿Qué hacían de borrachera estos dos opuestos caballeros?. Se insultaron y las ofensas fueron graves todos en el Jockey Club se enteraron de los agravios proferidos. Días después, para reconciliarlos, amigos en común ofrecieron una comida en el Café Colón y remataron en el Jockey Club. No duraron mucho tiempo, pues al calor de la embriaguez se hicieron de nuevo palabras y luego de balazos. Asúnsolo no iba armado, pues al no ser socio del club, se le pidió que dejara el arma en recepción.Conociendo su ventaja y con premeditación, Escandón sacó su pistola, con torpeza se dio un tiro a sí mismo en la pierna izquierda, para finalmente vaciar su revólver en el general. Ambos murieron a consecuencia de este hecho. Asúnsolo al día siguiente y Escandón a causa de la gangrena después de que le amputaran la pierna. Un artículo de “El Imparcial” el periodo porfirista de la élite relató que antes de morir, Pablo Escandón Jr. fue expulsado del Jockey Club, faltaba más.