jueves, marzo 28, 2024

A propósito del premio Ortega y Gasset por “La estafa maestra”

Por Daniel Butruille

El próximo lunes 7 de mayo, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, ubicado en España, se entregará el Premio Ortega y Gasset de periodismo a los periodistas Daniel Moreno, Salvador Camarena, Miriam Castillo, Nayeli Roldán y Manuel Ureste por “La estafa maestra”, una investigación sobre el desvío de fondos públicos en México publicada en Animal Político.

Al publicar la noticia, el gran periódico español El País titulaba: “La investigación que debió sacudir a México (pero no lo hizo)”, y cuyo subtítulo dice “La estafa maestra, ganadora del Ortega y Gasset, documenta una maquinaria de corrupción que mueve cientos de millones de dólares y por la que nadie ha pisado la cárcel”.

El comentario de El País sigue “La aritmética de La estafa maestra es sorprendente. 517 de solicitudes de información, más de 100 entrevistas y largas jornadas de reporterismo en zonas marginales y entornos hostiles. El resultado es el descubrimiento de un fraude de más de 7.760 millones de pesos (unos 420 millones de dólares) en el que están involucrados 11 dependencias del Gobierno mexicano, ocho universidades públicas y más de 50 funcionarios. Pero quizás el dato más impresionante que ha arrojado este trabajo periodístico es una cifra que enciende las alarmas en México: cero responsables.”

Lo que asombra al periodista español es un ejemplo entre muchos otros de lo que es la impunidad en la república de Peña Nieto. “No te preocupes, Rosario, no pasa nada”. Es un ejemplo de lo que significa la corrupción como sistema de gobierno. Un ejemplo de las herramientas puestas a disposición de altos funcionarios y allegados para saquear a sus anchas el erario de México. Para robar a los mexicanos lo que es producto de sus impuestos, por lo tanto de su trabajo y de sus ahorros.

En realidad el periodista asume que la noticia enciende las alarmas en México. Las encendieron un par de semanas y ya esto fue asimilado al igual que la casa blanca, que el fraude del tren rápido, que los 43 desaparecidos y ahora que los tres disueltos en ácido. Después de un sexenio de corrupción, de impunidad, de mentiras y de narco gobierno, los mexicanos nos hemos vueltos insensibles a esta categoría de noticias. Las tragamos sin manifestar mayor inconformidad. Las digerimos sin señales de rechazo. Es la población entera de un país que resulta anestesiada por seis años de fraudes, robos, mentiras y sinvergüenzas perpetradas desde todas las instancias y todos los niveles del poder. México está intoxicado. Tal como el rey Mitrídates el Grande, en el primer siglo antes de Cristo, hemos absorbido tanto veneno a lo largo de este sexenio y de los anteriores que ninguna noticia nos indigna. Esto es muy preocupante: México está perdiendo su capacidad de indignación. Esto resulta bastante peligroso: cualquier estafador nos puede embaucar. Algo para reflexionar en tiempos electorales.

butruilled@hotmail.com

AM-MX/mla

Artículos relacionados