CIUDAD DE MÉXICO.- Juan Miguel Villar Mir, expresidente y fundador de la española OHL, transfirió 4.7 millones de dólares desde la filial mexicana de la constructora a la fundación Zagtka, de la que era beneficiario el rey Emérito de España, Juan Carlos de Borbón.
Dos años después de esa transacción, en 2011, Villar Mir recibió de parte de Juan Carlos I el título de marqués.
De acuerdo con la publicación española Vozpópuli, fue el primo del monarca, Álvaro de Orleans-Borbón, quien recibió el dinero desde la filial mexicana de OHL.
De Orleans-Borbón reconoció este hecho el 10 de octubre de 2018 en la declaración que rindió ante el fiscal del cantón de Ginebra, Yves Bertossa, que investiga al rey emérito por el cobro de una comisión ilegal por la construcción del tren de alta velocidad a La Meca, en Arabia Saudita.
Hace unos días se dio a conocer por el diario El Confidencial que tras el pago de 100 millones de dólares a la Fundación Lucum, también de Juan Carlos I, en 2008, se concedió el Toisón de Oro al rey Abdullah Bin Bdulaziz Al-Saud de Arabia Saudita.
El diario digital OKDiario ya había adelantado que el rey emérito cobró alrededor de 4.2 millones de euros por mediar una operación con “Huarte”, aunque sin mencionar el nombre de la compañía. Hoy se sabe que se trata de la operación inmobiliaria para el macroproyecto residencual Mayakoba en Playa del Carmen en la que participó OHL (Obrascón, Huarte y Laín). El pago se realizó a una empresa fantasma en 2009 creada por el exmonarca y ubicada en un paraíso fiscal.
El marquesado fue entregado a Villar Mir dos años después por “su destacada y dilatada trayectoria (…) al servicio de España y la Corona”, tal como quedó asentado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 4 de febrero de 2011.
Según recoge Vozpópuli, el primo del rey habría depositado el dinero en una cuenta de Credit Suisse el 25 de mayo de 2009 mediante un cheque.
En marzo pasado, tras conocerse que el rey emérito era beneficiario de las fundaciones Zagatka y Lucum (basada en Panamá), el rey Felipe VI anunció que renunció a esta herencia y retiró la asignación presupuestaria de casi 194,000 euros anuales a su padre, lo que se interpretó como una ruptura para salvar a la monarquía.
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