Año con año, cientos de pacas de musgo y heno son extraídos de los bosques mexicanos con el objetivo de decorar los nacimientos navideños. Sin embargo, esta actividad, que podría parecer inofensiva, tiene grandes repercusiones en la salud forestal.
Cabe señalar que desde hace unos años, ambas especies se encuentran protegidas por la NOM-011-SEMARNAT-1996, esto debido a la función vital que cumplen en los ecosistemas, misma que se pone en riesgo al ser separados de su entorno natural.
Pese a esta prohibición de la SEMARNAT que impide su extracción y comercialización, aún puede encontrarse heno y musgo durante la temporada navideña, en algunos mercados y espacios del país, por lo que hoy te recordamos la importancia de evitar adquirir estos ejemplares.
Función ambiental del heno y el musgo
Estas dos especies forestales, no maderables, suelen ser extraídos de manera masiva y vendidos como elemento decorativo durante la época decembrina. Así, la recolección en masa provoca daños ambientales que afectan a la flora y fauna local, puesto que el tiempo de regeneración puede llegar hasta los 15 años.
Por todo ello es que hoy te presentamos sus funciones dentro de los ecosistemas para valorar su permanencia en ellos. En primer lugar, tenemos al musgo que es una planta no vascular que se desarrolla en el suelo, rocas, y troncos de los árboles en bosques húmedos. Gracias a sus capacidades de retención de líquidos, evita inundaciones, reduce la erosión y mantiene la salud del suelo.

Por otro lado, el heno o paixtle es una hierba grisácea que crece sobre las ramas de los árboles con talos colgantes en forma de hebra, captando el agua del ambiente. Asimismo, las aves suelen usar el paixtle como sustrato para hacer sus nidos o bien para vivir en él, albergando a más de una especie en ellos.

Finalmente, las autoridades ambientales han llamado a la ciudadanía a evitar el uso de estos materiales y sustituirlos por otros para celebrar una Navidad sustentable.
