Paola Solórzano, Fundadora y CEO de ACSI Research, lidera la aplicación de la neurociencia en los negocios, al convertir la actividad cerebral en estrategias empresariales de alta precisión..
El neuromarketing impulsa decisiones empresariales más rentables; de acuerdo con EAE Business School, las compañías que lo implementan aumentan sus ventas hasta en un 10%.
¿Es posible leer la mente de los consumidores? Electrodos que capturan cada impulso neuronal, algoritmos que descifran emociones ocultas, y decisiones empresariales que se toman con la precisión de un laboratorio científico.
CIUDAD DE MÉXICO.- Mientras la gran mayoría de las organizaciones aún toman decisiones basadas en la intuición o datos fragmentados, otras utilizan neuromarketing para acceder directamente a los procesos cerebrales inconscientes del mercado. Esta disciplina, que combina neurociencia con estrategia empresarial, promete transformar para siempre la forma en que se entiende el comportamiento humano en los negocios. De acuerdo con EAE Business School, escuela de negocios radicada en España, las organizaciones que adoptan neuromarketing en su toma de decisiones aumentan sus ventas hasta en un 10%.
“La toma de decisiones empresariales ha evolucionado más allá de la intuición y la recopilación de datos tradicional. Cuando se aplica neurociencia a los negocios, se eliminan los sesgos cognitivos que normalmente distorsionan la comunicación. El neuromarketing posibilita el acceso a esa información inconsciente que realmente determina la correcta toma de decisiones”, explica Paola Solórzano, Fundadora y CEO de ACSI Research, empresa que convierte la actividad cerebral en estrategia empresarial.
Esta disciplina utiliza tres tecnologías principales:
Resonancia magnética funcional (fMRI): Identifica qué áreas del cerebro se activan al realizar una tarea o recibir un estímulo. Lo hace midiendo cambios en el flujo sanguíneo y en la oxigenación de la sangre, conocidos como señal BOLD. Cuando un grupo de neuronas trabaja más intensamente, requiere más oxígeno; ese incremento es detectado por el escáner y permite visualizar patrones de actividad con alta precisión. Es una herramienta clave para entender cómo se organizan funciones como la memoria, la atención o la toma de decisiones.
Electroencefalografía (EEG): El EEG registra la actividad eléctrica del cerebro mediante electrodos colocados sobre el cuero cabelludo. Cada electrodo capta las variaciones de voltaje generadas por miles de neuronas trabajando en conjunto. Esto permite observar, con resolución de milisegundos, cómo se activan o desactivan ciertos ritmos cerebrales (alfa, beta, theta) asociados con procesos como concentración, relajación, percepción o carga cognitiva. Aunque no muestra imágenes del cerebro, sí revela el “cuándo” ocurre la actividad neuronal con enorme precisión.
Sensores biométricos: Estos dispositivos monitorean señales fisiológicas que acompañan a los procesos mentales: ritmo cardíaco, variabilidad del pulso, conductancia de la piel, dilatación pupilar o trayectorias oculares. Estos indicadores no leen el cerebro directamente, pero sí permiten inferir estados como estrés, atención, emoción, interés o fatiga.
Estas herramientas analizan las reacciones cerebrales ante estímulos específicos como anuncios, productos o experiencias de marca. A diferencia del modelo tradicional, donde las personas dan respuestas socialmente aceptadas o simplemente no recuerdan con claridad sus emociones, esta metodología accede directamente a las respuestas neurológicas inconscientes.
Aunque podría percibirse como un concepto adelantado a su tiempo, hoy es una solución tangible en nuestra operación, en México ya es una realidad gracias al trabajo que Paola Solórzano, pionera del Neuromarketing en el país, desarrolla en su laboratorio, donde la neurociencia aplicada revoluciona el mundo de los negocios.
Al fundamentar las decisiones en evidencia científica, se reducen significativamente los riesgos asociados con lanzamientos de productos o campañas publicitarias. Esto se traduce en ahorro de recursos, mayor retorno de inversión y estrategias más precisas.
Las aplicaciones prácticas de este enfoque abarcan múltiples sectores. En el retail, ayuda a diseñar experiencias que maximizan la conversión; en el sector financiero, optimiza productos que generan mayor confianza; en entretenimiento, evalúa la interacción del usuario con el contenido audiovisual.
“El futuro de los negocios pertenece a quienes comprenden que el comportamiento humano puede medirse y predecirse con herramientas científicas. Las compañías que adoptan neuromarketing no sólo mejoran sus métricas comerciales, también desarrollan una comprensión más profunda y empática de sus consumidores”, concluye Paola Solórzano.
“La información es el nuevo petróleo de la actualidad.” Paola Solórzano
AM.MX/fm
