GUERRERO.- Los “niños soldados”, así se le llama en diferentes medios a un grupo de menores de entre 6 y 15 años que marcha armado exigiendo justicia para 10 músicos asesinados en Guerrero.
El pasado viernes 17 de enero, un comando armado asesinó y calcinó a 10 músicos indígenas de Chilapa de Álvarez, sin embargo, las autoridades aún no presentan a los responsables.
Esta y otras situaciones violentas y amenazantes para Guerrero orillaron a 19 menores de edad a encabezar una columna de autodefensa con viejos y oxidados rifles.
Los menores van acompañados de unas dos mil personas que por 25 años se han enfrentan a los cárteles de droga, especialmente a Los Ardillos.
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Todos son pobladores de 16 municipios del sureste de Guerrero, traen el rostro cubierto con pañuelos y visten el uniforme de la policía comunitaria.
También hay integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y Pueblos Fundadores (CRAC).
Desde la matanza del viernes, integrantes de la CRAC mantienen bloqueados los caminos de Alzozacán, en Chilapa.
Exigen la captura de los responsables del crimen y solicitan la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en el lugar, además de otras 27 demandas.
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La venganza
De acuerdo a El País, hace un año -por el 10 o 12 de enero-, los comunitarios de El Paraíso Tepila (una localidad de Chilapa) mataron a unos 12 miembros del cártel Los Ardillos cuando irrumpieron en su comunidad.
El nombre de Los Ardillos está íntimamente ligado a la violencia en la región de la Montaña baja de Guerrero y también a la política estatal. El supuesto líder de Los Ardillos, Celso Ortega, es hermano de un exdiputado del PRD.
https://twitter.com/elpais_america/status/1220201993664442368
Mientras tanto, el gobierno de Guerrero pidió a la CRAC respetar los derechos humanos de los menores y aseguró que el homicidio de las diez personas es una prioridad estatal.
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AM.MX/vgs