jueves, septiembre 19, 2024

Nadie supo, nadie sabe

Abelardo Martín Gómez

Con la captura de Ismael “El Mayo” Zambada por parte de las autoridades estadounidenses en un aeropuerto en El Paso Texas, sorprendieron al gobierno mexicano de tal manera que la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Isela Rodríguez, y el presidente AMLO, siguen esperando respuestas por parte del gobierno de Estados Unidos. Está claro que se trató de una sigilosa operación llevada a cabo por la Homeland Security y el FBI, en la cual no se quiso involucrar al gobierno mexicano, ya que en los hechos se demuestra una operación contradictoria por parte de los estadounidenses.  

Considerado como uno de los líderes más antiguos y evasivos del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, llevaba años prófugo de la justicia, hasta que fue capturado en El Paso Texas este pasado 25 de julio junto con Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”. Sin embargo, este hecho ha dejado más dudas que respuestas en territorio mexicano; al día de hoy nadie en las más altas esferas del gobierno de México ha informado con toda certeza qué fue lo que pasó y cómo pasó. Ya sea por falta de confianza, o para enviar un mensaje encriptado al gobierno de AMLO, en tanto que en el combate al crimen organizado el FBI no confía en el Humanismo Mexicano del presidente. 

A pesar de que la captura de “El Mayo” Zambada es considerada un golpe significativo al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, esta captura no necesariamente resulta un triunfo del gobierno de López Obrador. Al contrario, por las formas en cómo se dio, más bien establece un mensaje duro contra el presidente, ya que según lo dijo la propia Rosa Isela Rodriguez, las autoridades mexicanas no fueron informadas sobre las acciones que derivaron en la captura del capo sinaloense. 

Al paso de los días sin que se tenga claridad sobre la sustracción de Ismael “El Mayo” Zambada del territorio mexicano, este evento obliga la necesidad de replantear las relaciones entre ambas naciones en el contexto del año electoral que acaba de suceder en México, y las elecciones presidenciales en noviembre próximo en Estados Unidos. Esta es una llamada de alerta sobre cómo se pueden dar las cosas al cierre de la administración de Joe Biden, y del resultado que se dé entre Kamala Harries y Donald Trump. 

 

 

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