Francisco Medina
CIUDAD DE MÉXICO.- Hoy se cumplen exactamente 46 años de uno de los momentos más importantes de la historia del deporte olímpico. Aquel 18 de julio de 1976, en las Olimpiadas de Montreal, la gimnasta rumana Nadia Comaneci conseguía con solamente 14 años de edad el primer 10 “perfecto” en la historia de la gimnasia logrado en los Juegos Olímpicos.
Nadia Comaneci sorprendió al mundo al ser la primera gimnasta en la historia en recibir un puntaje de 10 en una prueba oficial, más precisamente en la prueba de barras asimétricas. En aquellos Juegos de Montreal obtuvo tres medallas de oro, una de plata y una de bronce. Se retiró en 1981, con un total de 12 medallas en torneos europeos, cuatro en campeonatos mundiales y nueve preseas en Juegos Olímpicos.
De aquel famoso ’10 perfecto’ recuerda siempre la confusión causada porque el sistema de puntaje no estaba preparado para marcar ese registro y, por ende, en la pantalla se veía un 1.00. “No estaba segura de lo que estaba pasando porque el marcador solo tenía tres dígitos y lo que mostraba era 1.00. Sabía que tenía la capacidad de lograr una rutina perfecta, pero prepararte para ello en un entrenamiento y hacerlo delante de 15.000 personas son dos cosas diferentes”, recordó la rumana, que a lo largo de su trayectoria recibió otras siete calificaciones con 10.
Así logró Nadia Comaneci el primer 10 perfecto en la historia de los Juegos Olímpicos
La fascinante historia de Nadia comenzó en 1961 en Oneste, su pueblo. Con apenas seis años, fue reclutada por Béla Károlyi. Las rutinas de su entrenador fueron polémicas por su alta exigencia, aunque ella discrepa: «Hacía mucho más de lo que me pedía. Cuando me decía que hiciera cinco rutinas en la barra, yo hacía siete». Pese a que llegó a sus primeros Juegos con grandes logros en su mochila, fue en Montreal donde su talento la convirtió en un mito.
Antes de aquel metal, Béla Károlyi ya la había convertido en una campeona. Junto a su mujer Márta, pulió un diamante en bruto y creó a la mejor gimnasta de todos los tiempos. Los veinte segundos de Montreal bastaron para que el mundo pusiera los ojos en aquella niña. El ejercicio de Nadia marcó un hito dentro de la gimnasia y contribuyó, sin duda, a la expansión de este deporte: «No creo que mejorara la gimnasia. Considero que causé un impacto y que la gente conoce este deporte, en parte, gracias a mí. Ahora es más importante y quizá yo ayudara con mi “10” a despertar la curiosidad».
Consagrada como una estrella mundial, volvió a su Rumanía natal, gobernada por un Nicolae Ceausescu que laconvirtió en un instrumento para su beneficio. Agasajada con una casa, un coche, un sueldo del Estado y con varios honores patrios, Nadia, que no dejaba de ser una niña, se centraba en seguir entrenándose y compitiendo. La admiración que despertaba sirvió como propaganda del régimen comunista, del que sufrió una dura condena en forma de un estricto control.
En los Juegos de Moscú de 1980 continuó acumulando éxitos. Dos oros y dos platas más cerraron su carrera olímpica. Cuatro años después de lograr aquella marca histórica, el final de Nadia estaba cerca. La presión sobre su persona era máxima e incluso se habló de fracaso olímpico a pesar de sus cuatro metales. En 1981 se retiró de las competiciones. Aquel año, un suceso cambiaría su vida. Sus dos entrenadores, Béla y Márta Karolyi, quienes la habían acompañado durante toda su carrera, desertaron durante una gira por Estados Unidos. Nadia sí regresó a su país, pero Ceausescu temió que pudiera seguir los pasos de sus técnicos e impuso sobre ella una férrea vigilancia que terminó por ahogarla. En 1989, optó por huir. «Quería formar parte de este deporte, estar involucrada en el movimiento olímpico. Quería ayudar y tomar mis propias decisiones, por eso me fui. Quería ser libre». Una fría noche de otoño salió de su casa, cruzó un bosque junto con otros cinco desconocidos y llegó a Hungría, desde donde partiría a Austria y, de ahí, a Estados Unidos. Y comenzó una nueva vida.
Rumana de nacimiento y estadounidense de adopción, como ella misma se define, tiene un vínculo muy especial con la tierra que la vio crecer, donde se casó con el también ex gimnasta Bart Conner: «Siempre que puedo vuelvo y trato de enseñar lo que sé de mi deporte y motivar a las nuevas generaciones, animándolas a seguir con su carrera y con lo que aman».
Desde que se retiró, Nadia se ha dedicado a los demás. Fundó una academia de gimnasia artística junto con su marido en Oklahoma y forma parte de varias asociaciones para, según dice, «mejorar la vida de niños como Dylan», su hijo: «Aunque me retiré de competir, seguí y sigo haciendo cosas para diferentes fundaciones. En la Fundación Laureus tenemos lo mejor de lo mejor. Los deportes es de lo que nosotros sabemos y con él intentamos ayudar a las nuevas generaciones. Tengo un hijo, y para mí, eso es lo mas importante».
La gimnasia se ha visto salpicada en los últimos tiempos por el escándalo de los abusos sexuales perpetrados por Larry Nassar. El médico del equipo olímpico de gimnasia estadounidense abusó de más de 140 niñas durante casi dos décadas y se enfrenta a una durísima condena. Nadia Comaneci, preguntada sobre este tema, alaba la valentía de las denunciantes: «Estoy orgullosa de las mujeres que denunciaron y hablaron de los abusos. Creo que en muchos clubes del mundo la gente se preocupa por la seguridad de los niños. Hay muchas normas para la gente en estos lugares. Es una buena plataforma para que las mujeres sepan que pueden hablar alto para que algo así no vuelva a pasar otra vez», asegura en tono serio la gimnasta de la eterna sonrisa.
Here we go… 43 years later..July 18 th 1976 Montreal …First Perfect 10…..and my son photobomb handstand… pic.twitter.com/CjEercqHmR
— Nadia Comaneci (@nadiacomaneci10) July 17, 2019
Hoy, para celebrarlo ha publicado un video en las redes sociales donde demuestra que su destreza está intacta.
Comaneci, de 57 años, presumió de su gran forma física, gracia y agilidad con un video en sus redes sociales en el que hace la pirueta conocida como rueda o medialuna en la playa. Su publicación generó gran repercusión con comentarios y reacciones en las redes sociales.
Así luce Nadia Comaneci, quien hizo una pirueta en la playa para celebrar el aniversario de sus ’10 perfecto’ en los Juegos Olímpicos de Montreal
Así luce Nadia Comaneci, quien hizo una pirueta en la playa para celebrar el aniversario de sus ’10 perfecto’ en los Juegos Olímpicos de Montreal
“Aquí vamos, 43 años después de aquel 18 de julio de 1976 en Montreal. El primer 10 ‘perfecto’. Y el ‘photobomb’ de mi hijo parándose de manos”, escribió la legendaria atleta.
AM.MX/fm