CIUDAD DE MÉXICO.- Romper el techo de cristal no es sólo llegar a un cargo alto: es atreverse a cambiar las reglas, trabajar los “techos internos” que nos limitan, escribir la propia historia “sin pedir permiso” y, sobre todo, tender la mano a otras mujeres para que nunca vuelvan a sentirse solas, fue el mensaje compartido por las autoras del libro “Mujeres que rompieron sus techos de cristal”, presentado en el Centro Cultural Coyoacanense “Hugo Argüelles”.
La coordinadora del volumen, Vera Moreno, explicó que el libro reúne a 15 mujeres de seis países —México, Colombia, Argentina, Costa Rica, Perú y España— seleccionadas “de manera muy concienzuda” para que sus historias reflejen obstáculos externos e internos. “Quería un libro internacional y multicultural, con mujeres potentes y valientes, que han escrito su vida sin pedir permiso. Que cualquier lectora encuentre una historia en la que se vea reflejada y piense: si ellas pudieron, yo también”, señaló y adelantó que ya piensa en una segunda parte, porque “se quedaron muchas mujeres fuera” y porque las lectoras no deben sentirse solas en sus propios procesos.
La doctora Patricia Olamendi, referente internacional en derechos humanos y lucha contra la violencia feminicida, compartió que su mayor reto ha sido lograr que las propias mujeres crean en ellas mismas. “No sólo hemos tenido que demostrar a los hombres que podemos; muchas veces hemos tenido que mostrárselo a otras mujeres”, dijo. Para ella, el capítulo que escribe en el libro es el más personal de su trayectoria: narra cómo, desde una infancia de clase media baja y con trabajo desde los 14 años, fue rompiendo barreras hasta convertirse en madre sola y en abogada que impulsa la 3 de 3 contra agresores. “Tu destino no está escrito, eres una hoja en blanco. Este libro es una gran inyección de autoestima para recordarnos que sí es posible transformar nuestra historia”, afirmó.
Por su parte, la doctora María Luisa Flores del Valle, líder en educación superior y participación cívica, tituló su capítulo “El éxito de una es el éxito de todas”, donde contó cómo creció con un padre que le repetía que nada podía detenerla y cómo, ya en su vida profesional, descubrió la incomodidad que aún genera “la única mujer sentada en una mesa rodeada de 20 hombres”. Afirma: “Me lo creí: que el único límite era yo misma. A las lectoras quiero decirles algo sencillo pero crucial: te la tienes que creer, sin un segundo de duda. Y si vamos acompañadas de otras mujeres valientes, llegamos más lejos y más alto”, subrayó.
La educadora y escritora María Mercedes Civarolo, argentina-italiana radicada en Barcelona, recuperó su experiencia de décadas en universidades y escuelas para insistir en que “todos los problemas sociales son problemas de educación”. En su capítulo, “Nada regalado, todo conquistado”, distingue entre techos de cristal externos e internos. “Si no trabajamos los techos internos —los miedos, el síndrome de la impostora, la falta de autoconocimiento— esos techos se van superponiendo hasta convertirse en una losa imposible de romper”, explicó. Su texto concluye con 15 estrategias para que las mujeres fortalezcan su autoestima, su inteligencia emocional y contextual, y su intuición: “No procrastinen: la vida es hoy” fue el mensaje.
Desde el ámbito universitario y de la responsabilidad social, la doctora Verónica Palma narra en su historia “¿Y yo qué voy a hacer con tanto amor?” cómo convirtió el duelo y el dolor en motor de transformación. Reconoció que durante años eligió ser “el viento que hacía volar a otros”, hasta que entendió que también podía ponerse al frente. “A veces creemos que no vamos a poder con lo que nos está pasando, pero siempre se puede cuando se hace desde el amor. Lo importante es ser valientes para decir no a lo que nos tocó y sí a lo que queremos, y no dejar nunca nuestros deseos profundos en manos de nadie”, dijo. Su llamado fue a construir “comunidades muy fuertes entre mujeres” para impulsar cambios radicales en la sociedad.
La experta en Seguridad Pública y médica cirujana Nora Frías, compartió una historia marcada por el machismo desde la infancia. “Presenté el examen para medicina escondida de mi padre, que decía que mi destino era ser ama de casa. Yo decidí que no”, relató. Y más tarde, en corporaciones de seguridad, donde solía ser la única mujer entre decenas de hombres, aprendió a alzar la voz frente a la invisibilización y el abuso. Escribir su capítulo fue doloroso, reconoció, pero sanador: “Tuve que parar varias veces porque dolía recordar. Pero también entendí que todo eso me hizo tan fuerte y tan luchadora como hoy soy. Los desafíos de hoy son los triunfos de mañana; tenemos que seguir adelante junto con hombres aliados”, dijo en el momento en el que reconoció a su esposo por apoyarla.
La publicista y activista Sylvia Sánchez Alcántara, pionera en marketing dirigido a mujeres y creadora de la comunidad Retos Femeninos, se definió como “una baby boomer imparable”, a la vez que recordó cómo trabajó a escondidas cuando su padre, quien le prohibió entrar al mundo de la publicidad, y más tarde rompió con un matrimonio y una sociedad de negocios que intentaban “cortarle las alas”. “Nunca dejé de escuchar a mi corazón. Cuando tienes una pasión, un propósito y trabajas para impactar positivamente a otros, la vida te lo compensa”, afirmó. Hoy su misión es clara: que cada mujer mire quién viene detrás o a su lado y le tome la mano “para hacer más corto el camino”.
Al cierre, Ludivina Herrera, encargada de la introducción y la conclusión del evento, definió a las autoras como verdaderas “fieras”: fuertes, independientes, empoderadas, resilientes, auténticas y profundamente solidarias. “Cada historia es una guía de valor y de vida, no sólo para mujeres, también para hombres y jóvenes. Estas mujeres son fuerzas de la naturaleza que nos invitan a salir de la zona de confort y caminar con más valor”, resumió.
El libro “Mujeres que rompieron el techo de cristal” tuvo en Coyoacán una de sus distintas presentaciones, incluida la FIL de Guadalajara, y sus autoras confían en que cada lectora —y cada lector— encuentre al menos una frase capaz de recordarle que su historia no está escrita y que, cuando una mujer rompe un techo de cristal, todas y todos respiramos un poco más libres bajo el mismo cielo.
En la bienvenida, la maestra Dessiré Navarro, directora general de Derechos Humanos y Grupos Prioritarios de la Alcaldía Coyoacán, recordó que este territorio se asume como “la Alcaldía de la Mujer, la Alcaldía de la Igualdad y la No Discriminación”, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Asimismo, subrayó que Coyoacán fue la primera alcaldía en firmar la Ley 3 de 3 contra la violencia, además de ser referente en combate al feminicidio y cuenta con un espacio de emergencia 24/7 para mujeres violentadas, rutas violetas, miles de mastografías de prevención, talleres de empoderamiento y acompañamiento jurídico y psicológico. “Lo más importante —dijo— es que más de 2 mil mujeres han encontrado contención con una frase sencilla, pero poderosa: no estás sola”.
AM.MX/fm
