CIUDAD DE MÉXICO.- Jean-Luc Godard, el director franco-suizo que fue figura clave en la Nouvelle Vague, el movimiento cinematográfico que revolucionó el cine a finales de los años 50 y principios de los 60, ha muerto a los 91 años.
Falleció “en paz, en casa”, en Suiza, dijeron sus familiares este martes a través de un comunicado y anunciaron que no habrá funeral oficial y que será cremado.
El asesor legal de Godard, Patrick Jeanneret, le explicó a la agencia de noticias AFP que el cineasta franco-suizo falleció por suicidio asistido.
“Recurrió a la asistencia legal en Suiza para una partida voluntaria ya que estaba afectado por ‘múltiples enfermedades incapacitantes’, según el informe médico”. La muerte asistida es legal en en ese país en algunas circunstancias.
“No estaba enfermo, simplemente estaba agotado. Había tomado la decisión de terminar. Era su decisión y para él era importante que se supiera”, explicó un allegado al diario Libération.
Varios allegados señalaron a medios franceses y suizos que la familia quería haber esperado 48 horas antes de divulgar el fallecimiento, que finalmente se filtró.
En una entrevista con la televisión suiza en 2014, y cuestionado por la hipótesis de la muerte, el cineasta respondió: “No estoy ansioso para seguir a toda costa, si estoy demasiado enfermo no quiero que me arrastren en una carretilla”.
¿En qué consiste el suicidio asistido?
El suicidio asistido habría sido realizado por una organización suiza especializada. En ese país hay dos: Exit y Dignitas, que ofrecen esa ayuda de forma legal bajo una serie de condiciones, como la existencia de patologías graves o ligadas a la edad, y que no tengan motivos egoístas en estas actuaciones.
La carrera de Jean-Luc Godard
Su filmografía incluye 131 títulos como director (la mayoría cortos y documentales) entre 1955 y 2018, en una larga carrera cinematográfica que incluye 76 nominaciones a premios, con 51 galardones.
Jean-Luc Godard, nacido en París en diciembre de 1930, comenzó en el mundo del cine como crítico en la década de 1950 en varias revistas especializadas. Fue uno de los directores más provocadores del mundo en Europa, comenzando en 1960 con su ópera prima Sin aliento.
En paralelo, empezó a rodar algunas películas cortas, en las que tuvo como colaboradores a otros jóvenes como Éric Rohmer o François Truffaut, que iban a crear lo que se conocería como la Nouvelle Vague.
Pero fue À bout de souffle (Al final de la escapada) en 1959, con Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo como protagonistas, la película que le lanzó a la fama para convertirse en una de las obras fundadoras de este movimiento.
A partir de entonces alternó éxitos y fracasos de taquilla, aunque siempre fue muy respetado por los críticos y sus actores, y muy frecuente en las candidaturas a premios cinematográficos. Desde mediados de los 60 se adentró en un cine muy político y experimental.
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AM.Mx/kmj