CIUDAD DE MÉXICO, 13 de agosto (AlmomentoMX).- México es el principal emisor de gases de efecto invernadero en América Latina y el único que se encuentra entre las primeras 15 naciones generadores de contaminantes, explicaron Rosa Lizbet Altamirano Miranda y Obdulia Medina Juárez, estudiantes de posgrado en la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante el Coloquio Interdisciplinariedad de las Ciencias Sociales, las maestrantes en Humanidades y Ciencias, respectivamente, coincidieron en que desde finales del siglo pasado diversas organizaciones y gobiernos comenzaron a trabajar en el ámbito internacional en estrategias encaminadas a reducir y contrarrestar el efecto de esas emisiones que, entre otras implicaciones, contribuyen al calentamiento global.
En ese contexto, como parte de las acciones del Estado para instrumentar una política nacional en la materia, en 2012 se publicó la Ley General del Cambio Climático, en la que se definen los instrumentos jurídicos, de política pública, así como la planeación y acciones institucionales para la implementación de acciones de mitigación y adaptación de manera corresponsable entre los sectores público, privado y social.
Esta Ley –abundaron– regula las emisiones de gases de efecto invernadero y las acciones de mitigación, fomenta la investigación científica por medio del desarrollo y transferencia de tecnología, desarrollo de estrategias, programas y proyectos de mitigación para lograr el uso eficiente de los recursos energéticos del país.
La legislación establece que hay tres tipos de estrategias políticas a seguir descentralizadas, de incentivos y de regulación directa. En las primeras los individuos directamente involucrados en los casos de contaminación buscan una solución por sí mismos mediante negociaciones informales.
Las basadas en incentivos están enfocadas a tomar medidas para aumentar el costo de la contaminación; es decir, que ésta tenga un costo mayor para las entidades emisoras y así resulte menos costeable; y las de regulación directa consideran lineamientos públicos para regular acciones orientadas a resolver este problema con implicaciones sociales.
Altamirano Miranda y Medina Juárez reconocieron que a pesar de que se han implementado medidas a nivel político para coadyuvar a la reducción de las emisiones de efecto invernadero “aún falta mucho por hacer”, pues se requieren estrategias de largo plazo con una visión de conjunto para vincular la investigación científica con las políticas públicas.
Los también maestrantes Jorge Armando Reyes Yescas y Antonia Sánchez Vizcarra señalaron que desecho radioactivo es toda materia que contiene radionucleidos (nucleidos inestables que degeneran emitiendo radiaciones ionizantes) en una concentración mayor a los valores que las autoridades competentes consideran admisibles en materiales que se usan sin ningún control.
En el país existen lugares públicos para el resguardo de dichos residuos principalmente en los estados de Chihuahua e Hidalgo; sin embargo, el de mayor riesgo es el Centro de Almacenamiento de Desechos Radioactivos (CADER), ubicado en Temascalapa, Estado de México, debido a que se encuentra ubicado, aproximadamente, a un kilómetro de la población del lugar.
El CADER inició sus labores en diciembre de 1970 como un depósito temporal para recibir desechos radioactivos de niveles bajo y medio, generados en actividades no energéticas con el fin de almacenarlos bajo estrictos controles de vigilancia.
A pesar de lo anterior, enfatizaron los estudiantes de la maestría en Humanidades y en Biología de la Reproducción Animal, después de 48 años sigue funcionando y la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias –que trabaja en conjunto con las secretarías de Salud, del Trabajo y de Desarrollo Social– no ha ofrecido ninguna solución que sea satisfactoria para el medio ambiente o para la salud humana.
La energía nuclear es utilizada en diversas áreas del quehacer científico y productivo del ser humano y sus principales aplicaciones son la electricidad, medicina, hidrología, agricultura, alimentación, minería, industria, arte, medio ambiente, exploración espacial y cosmología.
AM.MX/fm