Alejandra Munguía Cambrán
⦁ A Sheinbaum no le importó mancillar la envestidura presidencial.
⦁ En lugar de últimos minutos de vida política, que sean de libertad.
⦁ CON TODO EL PESAR DE MI CORAZÓN. El hecho de que, este fin de semana, la presidente Claudia Sheinbaum haya estado en Puebla y Veracruz y el lunes pasado en Querétaro e Hidalgo, estados afectados por las lluvias “atípicas”, no es para agradecerle, porque es parte de su chamba, si hay que reconocer que a ella no le importó mancillar la envestidura presidencial, pretexto que utilizó siempre el vgt ogt para no hacer acto de presencia en zonas de desastre, y vaya que no fue muy bien recibida, sobre todo en Poza Rica, donde el descontento de la gente fue evidente, pero también quedó al descubierto la fase poco tolerante de la mandatario. Nunca he entendido esa parte, ¿si tienen la piel tan delgada para que se meten en esos rollos? Ahora bien y mal también, lo he dicho en varias ocasiones y lo reafirmo, si solamente están ahí por estar, ¿a qué van? Esas personas que perdieron lo poco que tenían lo que quieren son respuestas, soluciones, no palabrería, promesas y mucho menos fotos. ¡Sí!, apechugó y visitó personalmente las zonas afectadas, lo cual es inédito después de seis años, pues López Obrador, siempre evitó acudir, bien sabía lo que le esperaba y no dudo que Sheinbaum también, pero dio la cara. De hecho me hizo recordar uno de sus lemas destacados de campaña (no ese donde dijo “qué siga la corrupción”), sino el de dar continuidad al proyecto de la 4T pero con sello propio y quedó demostrado recientemente. Creo que todos estarán de acuerdo en que esas visitas a las zonas de desastre solo sirven para transmitir un mensaje de solidaridad, pues su valor solamente es político. Lo que los afectados esperan, reitero, son respuestas eficaces y soluciones rápidas, si eso no sucede, solo van a perder el tiempo. Aún le queda pendiente San Luis Potosí.
⦁ ESO NO ES SUFICIENTE. Hay quienes dicen que el hermano por elección de López Obrador, Adán Augusto López, disfruta sus últimos minutos de vida política, para mí, eso no es suficiente, debería vivir sus últimas horas de libertad. Quiero pensar que a pesar de todo, la presidente ya ha sopesado la conveniencia de que el coordinador de Morena en el Senado termine en la cárcel, claro, eso debería suceder si hace lo correcto, pues seguramente López Obrador ha movido todas sus influencias, que deben ser varias, para que tanto el legislador como sus hijos continúen gozando de libertad a pesar de todas las acusaciones en su contra. Creo que si sucediera, entonces sí, la imagen de títere que mantiene Sheinbaum se acabaría, aunque también es poco probable que ello suceda pese a los nexos que de Adán Augusto López tuvo y seguramente mantiene con el crimen organizado. Es más, nos iremos rayados si sólo pierde su curul en el Senado, de ahí la afirmación de que vive sus últimos minutos dentro de la política. De hecho, desde el momento mismo que un juez del bienestar frenó la orden de aprehensión contra Hernán Bermúdez sabemos de qué lado masca la iguana.
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