Alejandra Munguía Cambrán
⦁ Millones hemos sobrevivido, eso es lo histórico, no una fulana ondeando una bandera y gritando.
⦁ Los colores comunican y el morado es una pésima elección.
⦁ ¿HISTÓRICO? Histórico es que millones de mexicanos hemos logrado sobrevivir a siete años del peor gobierno que se ha tenido en décadas porque no construye, destruye; nos avergüenza; nos roba descaradamente impuestos y ahora va sobre los ahorros; que en cada acción e imposición edifica una dictadura para perpetuarse en el poder; se ha adueñado de los tres poderes de la Nación, creando un poder judicial y legislativo sumiso a sus intereses; con un ejecutivo que no ejecuta sino obedece; nos quita libertades y nos espía; nos ha arrebatado la tranquilidad y seguridad, pues sabemos la hora en la que salimos del hogar pero nunca si vamos a regresar, ya sea porque nos asesinan, levantan o explota una pipa cuando vamos pasando; manipula a las mentes débiles para hacerse de votos que compra con programas sociales que ya no puede solventar porque está en quiebra; que prefiere seguir gastando nuestro dinero en obras faraónicas que solo han sido capricho de su diosito de a peso porque han servido para malaya sea la cosa, en lugar de invertir en salud, educación y bienestar. Histórico sería que pudiéramos tener un país con crecimiento económico, social y político; sin corrupción, ni huachicol, con medicamentos, con políticos que no solo busquen enriquecerse, sin complicidades ni protección al crimen organizado, peor aún incrustados en del gobierno como liendres. Solo entonces podríamos decir que contamos con un gobierno que nos enorgullece, que encara la corrupción, que no protege al crimen organizado y se duele de las muertes de los mexicanos y no calificar como histórico a una fulana que ondea una bandera y grita desde un balcón de Palacio Nacional en un acto protocolario que para ella como para muchos ha dejado de tener un significado, pues muy lejos está la celebración del inicio de la Independencia.
⦁ DESPUÉS DE LA CATÁRSIS HABLEMOS DE TRIVIALIDADES. No cabe la menor duda que ese refrán que dice “aunque la mona se vista de seda mona se queda” resultó más que verídico en la noche del 15 de septiembre. Desconozco quien elige el vestuario de las últimas dos ocupantes de Palacio Nacional. En seis años, Beatriz Gutiérrez Müller no dio una en su atuendo. El pasado lunes, el vestido morado de Claudia Sheinbaum si fue una mentada, aún más después de ver los utilizados por la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega; de Huixquilucan, Romina Contreras; de Mariana Rodríguez, esposa Samuel García, gobernador de Nuevo León. Obvio, influye mucho el porte y la personalidad que tienen las tres, pero hasta eso la presidente no está tan garrafal, pero atreverse a poner la banda presidencial sobre un fondo morado si fue del peor gusto, seguramente alguna mente brillante le aconsejó el color porque se asocia con mujeres. Ya que párrafos arriba hablamos de estos siete últimos años, hasta en eso han fallado, hemos visto esos desatinos y mal gusto tanto de la no primera dama como ahora de la presidente y claro que no siempre ha sido así, estuvo una Angélica Rivera y una Margarita Zavala, pero seguramente sus antecesoras tampoco estuvieron tan mal aconsejadas. Tal vez para muchos son nimiedades pero esos pequeños detalles comunican y el color juega un papel fundamental.
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