CIUDAD DE MÉXICO, 13 de noviembre (AlmomentoMX).- Durante dos décadas, Marcial Maciel y sus colaboradores más cercanos tuvieron en los paraísos fiscales de Bermudas e Islas Vírgenes una estructura financiera a través de la cual fluían recursos de la Legión de Cristo, revela la investigación global ‘Paradise Papers’, señala una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
De acuerdo con Raúl Olmos, rectores y directivos de su red de Universidades –que obtienen ingresos de 300 millones de dólares al año- tenían las firmas autorizadas para el manejo del dinero. Ese esquema secreto se desmanteló cuando el Vaticano intervino la congregación religiosa.
“Querido padre Maciel”, escribió afectuoso el Papa Juan Pablo II el 15 de noviembre de 1994 a quien en aquellos días era su cercano colaborador.
Marcial Maciel Degollado, fundador de la Legión de Cristo –una de las congregaciones religiosas más acaudaladas-, estaba a once días de cumplir el 50 aniversario de haber sido ordenado sacerdote, y su amigo el Papa se anticipó a felicitarlo, en una carta en la que exaltó el trabajo pastoral y educativo que el sacerdote realizaba con niños y jóvenes. Lo llamó guía eficaz de la juventud.
Paradójicamente, por aquellos años las acusaciones contra Maciel se multiplicaban por parte de víctimas que en su niñez y juventud habían sido abusadas sexualmente en su paso por los seminarios de la Legión.
“Con ocasión de sus Bodas de Oro Sacerdotales, me uno espiritualmente a Usted en tan solemne celebración para dar cumplidas gracias al Padre celestial, de quien desciende todo don perfecto”, le escribió el Papa a Maciel en la misiva remitida desde el Vaticano aquel 15 de noviembre de 1994.
A los tres días de tan emotivo mensaje del líder del mundo católico, Marcial Maciel estableció en el paraíso fiscal de Bermudas –de la mano de Appleby- la sociedad “International Volunteer Services”, que le daría facilidades para llevar los millonarios ingresos de su imperio educativo sin pagar impuestos. En Bermudas, la tasa a las sociedades o empresas es de 0% sobre captación y dividendos, y los fideicomisos también están exentos.
La cuenta por la que fluía el dinero fue abierta en el Citibank, y era manejada por rectores y administradores de la red de universidades de la Legión, una estructura educativa tan poderosa económicamente como el mismo Vaticano.
Los ingresos anuales de la red de universidades Anáhuac superan actualmente los 300 millones de dólares, de acuerdo con estados financieros obtenidos para esta investigación, una cantidad similar al presupuesto de la sede de la Iglesia Católica.
En 1994 Maciel vivía en la cúspide. Además de gozar del apoyo y simpatía del Papa, estaba en expansión su imperio educativo, para lo cual requería tejer una estructura financiera sólida.
“Eran días de celebración”, recuerda el sacerdote legionario Pablo Pérez Guajardo, quien colaboró como asistente de Maciel en Roma y fue testigo de las operaciones financieras que ordenaba a sus súbditos.
En noviembre de 1994 –recuerda el padre Pérez- hubo festejos por los 50 años de sacerdocio de Maciel en el Vaticano, en su tierra natal Cotija y en la Universidad Anáhuac (la principal fuente de ingresos de la Legión). Pero la mayor ceremonia en su honor fue en el Palacio de los Deportes, un recinto ubicado en la capital de México con capacidad para 20 mil personas, donde el nuncio del Vaticano en México, Girolamo Prigione, realizó una ordenación de 57 sacerdotes, ante la mirada satisfecha de Maciel.
En la carta que el Papa le envió por aquellos días, dibujó el tamaño del imperio educativo que Maciel había logrado crear hasta esa fecha: el Pontificio Ateneo Regina Apostolorum y el Colegio Maria Mater Ecclesiae, en Roma, y decenas de escuelas y seminarios en 16 países de los cinco continentes.
La sociedad secreta en el paraíso
De acuerdo con la investigación de MCCI en la que colaboraron también Mathiue Tourliere, Alejandra Xanic y Peniley Ramírez, “International Volunteer Services” –la sociedad offshore creada en 1994 en Bermudas- era parte de una estructura financiera más amplia diseñada con el auxilio del despacho legal y fiscal Appleby en la que participaban como operadores algunos de los colaboradores más próximos a Maciel, entre sacerdotes, laicos consagrados y rectores de las universidades vinculadas a la congregación religiosa, según revelan expedientes consultados por miembros del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) como parte del proyecto ‘Los Papeles del Paraíso’ o ‘Paradise Papers’.
El 28 de julio de 1992, el jerarca de la Legión de Cristo había establecido, también en Bermudas, ‘The Society for Better Education’ la cual, junto con “International Volunteer Services”, alimentaba de recursos al fondo fiduciario Ecyph Limited, afincado en las Islas Vírgenes Británicas.
Entre el reservado grupo que tenía acceso a estas sociedades estaban Luis Garza Medina, integrante de la acaudalada familia mexicana fundadora de Grupo Alfa; Álvaro Corcuera, quien sucedió a Maciel en la dirección general de la Legión, Evaristo Sada Derby, quien durante una década fue el secretario de la congregación y Anthony Bannon, director de la Legión en Norteamérica.
El investigador Fernando González, el primero en tener acceso al Archivo Secreto del Vaticano para investigar a Marcial Maciel, asegura que esos hombres pertenecían al círculo rojo del fundador de los Legionarios, lo que explica que los haya elegido para representar sus intereses.
“Era el círculo que lo protegía económicamente y que lo protegía de todo”.
El dinero que pasaba por esa estructura financiera era controlado por Maciel. Era un esquema secreto, que sólo conocía su círculo íntimo. Cuando se crearon estas sociedades, México y Bermudas no contaban con acuerdos de intercambio de información fiscal.
“Maciel nunca tuvo escrúpulos de nada y menos por el manejo del dinero. Era el ejemplo perfecto del hombre que confía en el dinero como dios verdadero”, hizo notar el doctor José Barba, uno de los ex legionarios que fue víctima de Maciel y quien con sus denuncias logró la intervención del Vaticano.
Barba advirtió que por las fechas en que se abrieron las compañías en paraísos fiscales, es probable que parte del dinero haya sido para proteger a la familia de Maciel.
“En 1992 (cuando se abrió la primera empresa en Bermudas) los hijos de Maciel con diversas mujeres eran aún pequeños. Mientras su vejez avanza, quiere dejarles alguna herencia”.
Ingresos millonarios
El establecimiento de una estructura financiera offshore en Bermudas e Islas Vírgenes, entre 1992 y 1994, coincide con la expansión del imperio educativo de los Legionarios (desde preescolar hasta post grados), que actualmente representa ingresos superiores a los 600 millones de dólares al año por concepto de colegiaturas, cobro por servicios y donativos, de acuerdo con los reportes financieros de instituciones ligadas a la congregación, obtenidas para esta investigación.
Alrededor de la mitad de esos fondos corresponden a la red de universidades.
En aquellos días, Marcial Maciel era una persona influyente en el Vaticano. En 1991, un año antes de haber creado su primera empresa en Bermudas, Juan Pablo II lo había nombrado miembro de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, encargado de analizar la formación de nuevos sacerdotes; el mismo Papa lo designó en 1992 integrante de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y en 1994 consultor permanente de la Congregación para el Clero, órgano del Vaticano responsable de supervisar todos los asuntos relacionados con los ministros religiosos.
En el ínter entre la creación de su primera y su segunda sociedad en Bermudas, Maciel y sus súbditos Legionarios expandieron su red educativa en tres países: en agosto de 1993 iniciaron la expansión de la Universidad Anáhuac a otros puntos de México, con una sede en Xalapa; al mes siguiente fundaron en Madrid, España, la Universidad Francisco de Vitoria, y en octubre del mismo año el Vaticano –a través de la Congregación para la Educación Religiosa- erigió en Roma, Italia, el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
Aquel fue el año que marcó la mayor expansión del imperio educativo de la congregación, que actualmente atiende a 166 mil estudiantes en México, Argentina, Filipinas, Venezuela, Colombia, Brasil, Chile, Italia, España, Estados Unidos, Suiza e Irlanda, de los cuales 78 mil (equivalente al 47%) son de nivel universitario.
En los archivos de Appleby aparecen dos sacerdotes y tres laicos que han fungido como rectores o directivos de la red de universidades que la Legión estableció en seis países.
En la red financiera de Bermudas han participado el padre Jesús Quirce Andrés, vicepresidente de la red Anáhuac; Charles Sikorsky, Presidente del Institute for the Psychological Sciences, una institución académica controlada por los legionarios en Virginia, que es parte de la Universidad de la Divina Misericordia (Divine Mercy University); Cristian Nazer, rector de la Universidad Finis Terrae en Chile; Javier Vargas Díez-Barroso, ex rector de la Anáhuac del sur y Mario Olivieri Sangiacomo, directivo de la UNID.
En conjunto la red de universidades legionarias tienen ingresos anuales por 300 millones de dólares, según detallan en sus estados financieros, los cuales fueron obtenidos para esta investigación.
Los otros paraísos legionarios
Además de Bermudas e Islas Vírgenes, la Legión de Cristo ha creado una extensa estructura en otros paraísos fiscales, entre ellos Panamá, isla de Jersey, Suiza, Luxemburgo, Holanda y Liechtenstein.
En Panamá, por ejemplo, el propio Marcial Maciel estableció el 6 de diciembre de 1984 tres empresas offshore: First Fountain, Dawn Development Company y Southwest International, Inc., con el auxilio del despacho International Legal Advisors, competidor con Mossack Fonseca en la creación de compañías ‘fachada’ en paraísos fiscales.
En la isla de Jersey, en el canal de la Mancha, creó en 1995 y 1996 las compañías Kerygma y Oak Management Limited, a las que se transfieren recursos de colegios ubicados en cuatro países.
Mientras que en Suiza, Marcial Maciel controló durante algún tiempo la Fundación Guilé, que tenía como sede un palacio en la población de Boncourt, en el que operaba la sociedad mercantil LCJU, que posteriormente se transformó en LC Suisse. En Zurich los Legionarios tienen injerencia en la organización Stiftung Semper Altius y en Montreaux en el Institut Le Châtelard Les Avants. Pictet & Cie, uno de los bancos suizos más importantes, administró hasta enero de 2017 más de 39 millones de dólares del fondo de inversión Integer, creado por los legionarios en Luxemburgo.
En Amsterdam los legionarios manejan la organización “Stichting Foundation Regina Apostolorum”, dedicada a administrar las millonarias subvenciones, donativos y regalos otorgados a la congregación por empresas y fieles católicos, así como los fondos que recibe de su filial en Delaware, estado norteamericano considerado el paraíso fiscal de Estados Unidos en el que los Legionarios han establecido decenas de compañías ‘de papel’.
AM.MX/fm