Adrián García Aguirre / Cuatro Ciénegas, Coahuila
* Pueblo Mágico reconocido por ser cuna de Venustiano Carranza.
* Área Natural Protegida, punto sin igual en todo México.
* Sus mantos acuíferos se conectan con los valles de Coahuila.
* El desarrollo agrícola pone en riesgo su integridad ecológica.
* Numerosas especies animales caracterizan la biodiversidad.
Además de ser un Pueblo Mágico con historia, gastronomía abundante y variada y una traición vitivinícola centenaria, Cuatro Ciénegas resguarda en sus alrededores desérticos arenas blancas, pozas azules, ríos de aguas transparentes, paredes de mármol y otros elementos naturales igualmente asombrosos.
Esas y más maravillas lo convierten en algo único, a 80 kilómetros de Monclova y a 250 de Torreón, con una temperatura media de + 22 grados, ideal para no dejar de conocer -especialmente los estudiosos de la ciencias naturales- ese prodigio del norte soleado de la nación mexicana.
Sobre la desecación de Cuatro Ciénegas, los científicos que investigan la cuenca y residentes locales afirman que han observado descargas reducidas y disminución en el agua superficial en años recientes, responsabilizando a la agricultura en gran escala que se practica tras su autorización en 1998 en los valles cercanos, cuyos mantos acuíferos se conectan con los valles coahuilenses.
Investigadores del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), descubrieron con base en estudios genéticos de microbios en Cuatro Ciénegas y los valles adyacentes, que el acuífero se extiende mucho más allá de esa región e incluye los valles cercanos.
Estos resultados se publicaron en los Proceedings of the National Academy of Sciences en abril de 2006 y, respecto a la causa de la desecación de lagos y ríos, mencionan: “De forma similar a situaciones que ocurren cada vez con más frecuencia en regiones áridas del mundo, el desarrollo agrícola y la extracción de agua en la región han colocado nuevas presiones en la integridad ecológica de los ecosistemas únicos de Cuatro Ciénegas”.
El hidrogeólogo Brad Wolaver, investigador de la Universidad de Flinders, Australia, también descubrió evidencias de que el acuífero que suministra el agua que emerge en la superficie de Cuatro Ciénegas se extiende a considerable distancia de este valle y, por tanto, es impactado por la extracción de agua en los valles aledaños.
En relación a esos cambios, la laguna de Churince, el cuerpo de agua más grande de la región, se secó totalmente a partir de 2009, y en la actualidad solamente queda el fondo rocoso y seco de la antigua laguna.
Microorganismos cámbricos, adaptados a condiciones ambientales similares a las de hace 600 millones de años, han desaparecido completamente, debido a que, sin remedio, la mayoría de los cuerpos de agua, manantiales, ríos y estanques de Cuatro Ciénegas han experimentado drásticas reducciones en sus caudales en los últimos años por obra y gracia de la mano del hombre.
Lo llamativo de esta población de reminiscencias coloniales reside no solamente en su aire provinciano, sino también en la grandiosidad de sus paisajes naturales y en las actividades que ofrece, como excursiones a las dunas de yeso de sus entornos, a practicar natación en río Mezquites o a caminar por el sendero del Borbollón.
A poca distancia del poblado, se encuentra ese atractivo sitio, sin igual en toda la geografía nacional: el Área Natural Protegida de Cuatro Ciénegas, que, como fue descrito por biólogos y expertos, es “uno de los oasis más peculiares y hermosos del mundo”.
En estas tierras vivieron los indios tobosos, guerreros nómadas que habitaron varias regiones de la actual Coahuila -cuyo nombre, Cuatro Ciénegas- se debe al río San Marcos y las lagunas de la Salada que formaban ramales que, a su vez, crearon ciénegas ubicadas hacia los cuatro puntos cardinales.
Además del Área Natural Protegida, su atractivo histórico se debe a que, en 1859, ahí nació Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista y presidente de México, llamado el barón de Cuatro Ciénegas, donde existen, como en Parras, empresas vitivinícolas que ofrecen sus productos desde hace más de un siglo y medio.
Localizada en la región desértica de Coahuila, se halla en el fondo de una cuenca rodeada por las cordilleras de la Menchaca, la Fragua, la Madera, San Marcos y Pinos, que forman parte de la Sierra Madre Oriental.
Es área protegida debido a su importancia ecológica y a su biodiversidad, lugar único donde se desarrolla flora y fauna -organismos endémicos, les llaman los científicos- sobre suelos de yeso con numerosos manantiales cuya agua puede ser cálida o fría y formar pequeños charcos o lagunas grandes y profundas, aisladas o conectadas en donde se desarrolla el lirio acuático.
La biodiversidad se expresa en especies como la lagartija dorada, la tortuga de concha blanca y la acuática de bisagra, las mojarras negras y blancas, habitantes de paisajes que emergen en medio de planicies desérticas asombrosas, en las cuales impera el silencio y los contrastes blanquecinos de las dunas.
Cuatro Ciénegas de Carranza se llama así, en memoria y honor del impulsor de la Constitución General de la República de 1917, y sus sitios de mayor relevancia son la parroquia de San José y las bodegas de vino Vitali y Ferriño.
Sin embargo, como se ha referido, el mayor atractivo es sin duda la reserva ecológica, en la que sobresalen las pozas que tratan de conservarse intactas, con actividades sin mayores restricciones como ciclismo, campismo, rappel, fotografía de paisaje, recreación al aire libre y senderismo.
También se puede optar por el buceo para investigadores, visitas a museos y participación en seminarios sobre flora y fauna, materias desconocidas para citadinos que encuentran aquí una razón más para liberar tensiones y adquirir fuerza y conocimientos que nunca dejan de fortalecer y, de paso, conocer más y bien a México.