miércoles, abril 24, 2024

Luz y sombra: los mil rostros de Vladímir Putin

Luis Alberto García / Moscú

*Que se sabe y no se sabe sobre el zar de la nueva Rusia.
*Con la guerra Rusia-Ucrania, es figura más que influyente.
*Caso excepcional en la historia mundial contemporánea.
*De los servicios de inteligencia a la presidencia de Rusia.
*Steven Lee Myers ha escrito su mejor biografía.
*Nació el 7 de octubre de 1952 en Leningrado, hoy San Petersburgo.

Desde joven trabajó en los servicios soviéticos de inteligencia e información, y por ello puede asegurarse que la trayectoria política de Vladimir Putin –que alcanzó su mayor brillo con su arribo a la presidencia de la Federación Rusa-, se inició a principios de la década de 1990, cuando fue nombrado presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la alcaldía de San Petersburgo.
Posteriormente, a mediados de esos años, fue nombrado director del Servicio Federal de Seguridad, para –por decisión de Borís Yeltsin- convertirse en primer ministro el 9 de agosto de 1999, y en presidente de la nueva Rusia el 1 de enero de 2000.
Así lo consignó Steven Lee Myers, ex corresponsal de The New York Times en Moscú- en su biografía narrativa “El nuevo zar: ascenso y dominio” (Editorial Ariel, Madrid, 2018), en la que traza las diferentes y multifacéticas caras de Vladímir Putin ,
Enfatiza, desde luego, en los años posteriores a su transformación en primer ministro en 1999 por obra, gracia y decisión de Borís Yeltsin, hasta su más reciente reelección en marzo de 2018.
Lee Myers recuerda que Vladímir Putin fue el segundo presidente de Rusia, cuyo primer mandato duró ocho años, considerando que la Constitución de Rusia limita el mandato presidencial a dos consecutivos.
En 2011 se ampliaron de cuatro a seis años los años de ese mandato, la segunda presidencia de Putin comenzó en 2012 y continúa hasta hoy, con el derecho legal a servir durante otro periodo más.
Las elecciones presidenciales más recientes fueron en marzo de 2018 y la principal pregunta era: “¿Quién será el próximo presidente de Rusia?”, cuando otro de los nombres que venía a la cabeza era el Alexéi Navalni, líder de una firme y enérgica oposición, vetado por el régimen, encarcelado y expulsado del país.
De su pasado en el KGB, Myers escribió que Vladímir Putin se unió al Comité para la Seguridad del Estado en 1975 y se formó en Leningrado como agente de contrainteligencia bajo nombre de Plátov, según el código de la escuela de espionaje de su ciudad natal.
Aquí hay que detenerse para saber qué hizo Vladímir Putin durante su servicio en el KGB en la década 1980, cuando trabajó en Dresde, República Democrática Alemana con el grado de teniente coronel de 1985 en adelante, contemplando la caída del Muro de Berlín el 8 de noviembre de 1989.
También atestiguó cuando el régimen de Alemania del Este se extinguió y se anunció la reunificación de ambas Alemanias en 1990, dando por terminada su presencia como oficial del KGB en ese territorio, para caer en un estado de desolación e incertidumbre al volver a la Unión Soviética.
Sobre la familia presidencial, Putin tiene dos hijas: Katia y María, se había casado en 1983 con Liudmila Ocheretnaia y en junio del 2013 anunció su divorcio, el primero de un mandatario ruso desde que Pedro el Grande declarara públicamente que terminaba su matrimonio.
¿Por qué Putin es tan popular? La pregunta surge por razones del pasado, ya que
los rusos consideran a Putin una influyente figura histórica y su popularidad no depende solamente de la aparente prosperidad económica del país hasta antes de 2022.
Hay amplios sectores ciudadanos que piensan en la zarina Catalina II, en Vladímir Ilich Uliánov –Lenin-, en Iósif Stalin y hasta en Nikita Krushchev, personajes que en alguna fase de la historia de Rusia la llevaron a la cúspide de poder universal.
No en la misma medida que en los países occidentales; pero a los rusos le interesa conocer sobre los índices de popularidad del presidente bajo óptica de tres tipos históricos: los boyardos, el hombre del pueblo y los zares.
La popularidad de Putin implica que es temido y despreciado, criticado, admirado y respetado, algo que se muestra en los elogios, en los denuestos y también en regalos que recibe de la gente común, no solo dentro de Rusia.
“¿Han visto alguna vez a Putin como Buda o como el Hombre Verde, el increíble Hulk?”, cuestiona la socióloga Valentina Soriankova, coordinadora de un par eventos que llamaron enormemente la atención: en octubre y noviembre de 2015 se celebraron en Moscú y Londres exposiciones internacionales llamadas “Universo Putin”.
Hubo entonces numerosos actos para celebrar el cumpleaños del presidente nacido en octubre de 1953, con un regalo que se hizo famoso: el perro Koni, un labrador negro que le entregó Serguéi Shoigú, entonces ministro de Emergencias y actual ministro de Defensa, cuyos poderes se mostraron desde los primeros días de la invasión a Ucrania.
Los regalos que le entregan los ciudadanos pasan por un estricto filtro o control de seguridad y se guardan en el Biblioteca del Kremlin así como en un lugar especial de almacenamiento en esa fortaleza que guarda secretos insondables, de cuya torre más alta fue arriada la bandera roja de la hoz y el martillo, a las 23.42 del 25 de3 diciembre de 1991, cuando vio su fin el régimen de los sóviets fundado en 1922.

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