CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de la crisis provocada por el encierro durante la etapa más difícil de la pandemia del COVID 19, la industria del entretenimiento se encuentra en plena recuperación, asegura el productor creador de experiencias, Roberto Rivera Vargas.
Para ello, señaló que ha sido necesario que en los espectáculos se haga una adecuada combinación, una amalgama, de: creatividad, ingenio, experiencia, promoción, marketing, arte y cultura.
A través de su casa productora Nido Mainstream, especializada en la producción de experiencias, Rivera Vargas ha desarrollado distintos proyectos entre los cuales destaca la experiencia inmersiva “El Corazón de Frida” que promete ser única en su tipo debido a su extensa investigación curatorial, el uso de nuevos lenguajes expositivos y una implementación tecnológica de vanguardia. También es el creador de conceptos como el Yaqui Fest y la exposición itinerante “Pedro Infante…Recuerdos de un ídolo”.
Sobre esta nueva etapa que vive actualmente la industria del entretenimiento, señala que luego de dos años y cuatro olas de contagio por el Covid-19 el fanático ha podido volver a disfrutar de su artista favorito en directo, pero aún con temor y las secuelas del hartazgo por el confinamiento. Es por eso por lo que los creadores deben de mezclar lo presencial con lo digital, para poder tener un balance adecuado y poder llegar a más público.
Asesor de celebridades del ámbito deportivo, así como creador de conceptos musicales en géneros pop, urbano y regional mexicano, Roberto Rivera comenta que las restricciones de movilidad por la pandemia de COVID-19 afectaron de manera significativa a la industria del entretenimiento fuera de casa, en particular actividades de alta densidad y en espacios cerrados como ir al cine, restaurantes y bares.
Por ejemplo, revela que el sector de la música que supone más del 1 % del PIB y da trabajo a más de 300 mil personas, tuvo en 2020 una caída del 87 % en el número de conciertos y del 63 % en su facturación, lo que provocó una grave crisis económica que afectó a quienes de alguna u otra manera participan en esta área de la industria del entretenimiento.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la industria del entretenimiento en general es una importante fuente de empleo e ingresos para muchos hogares mexicanos, ya que genera más de 5 millones de plazas laborales a nivel nacional.
Otro de los sectores de la industria del entrenamiento más afectada por la crisis provocada por el confinamiento al que nos obligó el COVID 19, fue el cine. Aquí los estragos fueron severos, ya que se dio el cierre definitivo de 30 complejos de exhibición a nivel nacional y 54 espacios independientes, así como 57 festivales cancelados. En contraparte, las plataformas streaming crecieron 35 por ciento.
Las dificultades del 2020 dejaron huella en toda la cadena de la industria cinematográfica.
La asistencia a salas al cierre del 2020 fue de unos 55 millones de personas que dejaron ingresos en taquilla por 3 mil 153 millones de pesos, lo cual significa una caída del 83% comparada con los ingresos de 2019, cuando la asistencia fue de 341 millones de personas que dejaron ganancias por 18 mil 659 millones de pesos.
Es decir que durante el año pasado la industria perdió al menos unos 15 mil 500 millones de pesos por exhibición. El impacto de esa reducción de ingresos derivó en el cierre de salas y complejos.
Los primeros tres meses del 2020, previos de la irrupción de la pandemia, había un registro de 7 mil 643 pantallas de cine distribuidas en 980 complejos de exhibición, pero la crisis derivada de las restricciones dejó como saldo el cierre definitivo de 30 complejos, dentro de los cuales se alojaban 149 pantallas.
Las entidades en las que hubo más cierres fueron Ciudad de México y Área Metropolitana, Nuevo León y Guanajuato.
AM.MX/fm