jueves, marzo 28, 2024

Los trazos de Cobi

“A misa no se va con prisa”…Ángeles y Demonios en 2 ruedas
El crecimiento en el número de motocicletas que circulan en la CDMX, no ha traído aparejado una mayor infraestructura ni una reglamentación que ordene este ámbito.
Miles y miles de jinetes abordan sus máquinas de 100, 150,175, 250, 600, 1200 centímetros cúbicos y tal y como se narra en las epopeyas de la mitología nórdica: ángeles y demonios cruzan avenidas a velocidad de un proyectil, montados en sus pequeños y grandes dragones sin importar rebasar los límites de la razón. Realizan toda clase de piruetas en sentido contrario o simplemente sin sentido.
Son un nuevo Clan que exige sus derechos frente al enemigo “enlatado” en sus cuatro llantas (automovilistas) que muchas veces, sin querer o a propósito les impide el “libre paso”.
INEGI refiere que el tipo de vehículo que mayor incremento tuvo entre los años 2018 y 2019, fue el de las motocicletas con un 12.8 por ciento. En el reporte “Estadística de Vehículos de Motor Registrados en Circulación”, explica la composición y evolución del parque vehicular en México, señala la participación porcentual de motocicletas donde el primer lugar lo ocupa el Estado de México con 14.6% y un poco más atrás se ubica la CDMX con 9.8%
La pandemia provocó que el reparto a través de las llamadas “apps” (UBER, DIDI, RAPID etc.) creciera de manera exponencial, sobre todo el realizado en dos ruedas.
Es un hecho la popularidad del uso de motocicletas como vehículo de recreación, movilidad, ahorro en combustible y como una solución (muy cuestionable) al problema del congestionamiento y estacionamiento, pero también (y los números hablan) ha traído consigo el aumento de accidentes viales y lo más lamentable la pérdida de vidas.
Según datos del Gobierno de la Ciudad de México: desde 2018 hay una tendencia a la alza (el incremento es de 107%) en el número de motociclistas fallecidos en vialidades de la capital del país. Durante 2021, se registraron 424 fallecimientos. De ellos 141 correspondieron a motociclistas, 141 a peatones, 61 a conductores de otros automotores, 60 a pasajeros y 21 a ciclistas.
En la Ciudad de México, conducir una motocicleta representa un riesgo seis veces mayor de sufrir lesiones graves, y tres veces más riesgo de morir en comparación con conducir un automóvil.
“A misa no se va con prisa”…contundente mi Abuela Cuca afirmaría ante los aparatosos accidentes en los que se ven involucrados automovilistas, motociclistas y autoridades que han sido omisas ante el desorden vial que nos afecta a las y los chilangos.
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