CIUDAD DE MÉXICO, 27 de noviembre (AlMomento MX).- Sabías que la placa de cocos posee una geometría y una forma de incruste muy específicas, mismas que impactan en la corteza continental por medio de sismicidad, volcanes y la dinámica del manto, ¿pero eso cómo nos afecta?
Xyoli Pérez Campos, titular del Servicio Sismológico Nacional, lo explicó en la conferencia “Los sismos de septiembre y la placa de cocos”, que se llevó a cabo en la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Ticomán del Instituto Politécnico Nacional, donde señaló que esta placa que se desliza por debajo de la placa de Norteamérica, tiene una gran importancia de estudio pues conocerla permite entender la evidencia de la placa en la superficie, conocer lo que pasa adentro, su trayectoria y las posibles consecuencias.
La especialista aprovechó el momento para ejemplificar el caso con el sismo del pasado 19 de septiembre, “no fue un terremoto atípico porque tenemos evidencia de otros sismos intraplacas y de la misma magnitud, lo que lo hizo diferente y catastrófico fue la cercanía de su epicentro con la Ciudad de México, de hecho fue un sismo 50 veces más pequeño en términos de energía que el del 7 de septiembre, con epicentro en el Golfo de Tehuantepec”, sostuvo.
La ponente indicó que ambos sismos (los del 7 y 19 de septiembre) por su localización parecen estar ocurriendo en la base de la corteza, “es bien sabido que la corteza es un material más frágil que el manto, sin embargo al hacer el mapeo del deslizamiento de la falla vemos que ambos terremotos rompieron manto litosférico, esto brinda información sobre la acumulación de esfuerzos que hacen que esa zona de la litosfera también se comporte de manera frágil”.
Pérez Campos explicó que los sismos han permitido conocer mejor la geometría y estructura de la placa de cocos, porque con ellos es posible delinear la forma de la placa y calcular sus profundidades, con lo cual se pueden entender los diferentes fenómenos que ocurren.
Gran parte de la población joven de la Ciudad de México y Zona Metropolitana tomaron mayor consciencia de estos fenómenos naturales, a partir de los acontecidos en el mes de septiembre, sin embargo, eso no es suficiente pues los sismos van más allá de saber las recomendaciones preventivas.
Por esta razón, Ana Katya Cruz Reyes, estudiante de Ingeniería Geofísica, preside un nuevo capítulo estudiantil de ingeniería sísmica en colaboración con la Sociedad Mexicana de Ingeniería Sísmica (SMI), que en conjunto desarrollarán y difundirán diversas actividades académicas que permitan fomentar y propiciar una cultura de prevención y mitigación del riesgo sísmico en nuestro país.
AMN.MX/kica