Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Los analistas señalan: esperamos una ligera mejoría en las condiciones de empleo en septiembre, con la tasa de desempleo bajando a 2.79%. Mañana, precisamente el INEGI publicará los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de septiembre, en el que se espera una disminución de 14pb en la tasa de desempleo. Con datos ajustados por estacionalidad la mejoría sería más acotada, pasando de 2.64% a 2.61%. De acuerdo con el IMSS, en septiembre se incorporaron 116.8 mil plazas, con un avance salarial de 7.1%. Cabe recordar que, la estacionalidad del periodo suele contemplar una pérdida de empleo relevante ligada al fin del periodo vacacional, aunque las cifras desestacionalizadas apuntan a avances modestos.
También contemplamos -añadieron los analistas de Banorte- una recuperación del PIB en el 4T25, la cual debería conducir a una aceleración en la creación de empleo. Algunos de los alicientes incluyen la expectativa de mayor dinamismo en construcción –con los proyectos contemplados por el gobierno federal necesitando una alta cantidad de mano de obra–, además de la temporada de ventas de fin de año –que implica mayores transacciones en línea, lo que a su vez induce una derrama relevante en frentes como la logística y el transporte.
Además, según Manpower Group, el panorama para el sector de tecnologías de la información en el último trimestre del año es positivo, esperando que la contratación en puestos relacionados al trabajo remoto y la inteligencia artificial se acelere. Donde mantenemos ciertas dudas es en las manufacturas, con la incertidumbre comercial pudiendo seguir pesando sobre las decisiones de contratación en sectores y regiones específicas. Como hemos detallado previamente, hacia 2026 nuestra previsión de una expansión de 1.8% del PIB también debería traducirse en mayor dinamismo, incorporando un posible aumento temporal en las contrataciones hacia el cierre del segundo trimestre por la celebración del mundial de futbol –incluyendo también los programas de voluntariados del propio torneo–, reflejándose principalmente en los servicios de esparcimiento y alojamiento general
De acuerdo con las metas de la administración federal, en 2026 se pretende cubrir dos veces la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana (LPIU). En este contexto, con los datos de la LPIU hasta agosto calculamos que la revisión debería rondar entre 14% y 15%. Esto sería superior al aumento de 12% de todo el año en curso. Tomando en cuenta el ‘efecto faro’ que tiene dicho cambio sí se traslada al resto de la curva salarial, creemos que otras percepciones serán apuntaladas. Además, no podemos descartar un impulso adicional ante mayores presiones en precios, sobre todo si tomamos en cuenta nuestra expectativa de una aceleración en la inflación al cierre del próximo año a 4.4%.
Por supuesto, se debe tener especial atención a posibles cambios legislativos en el corto plazo. De acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum, su gobierno podría enviar al Congreso en noviembre la iniciativa de ley para la reducción de la jornada laboral. Debemos recordar que la propuesta original contemplaba la disminución de las horas semanales de 48 a 40 de manera gradual durante los siguientes años. De acuerdo con nuestros cálculos, esto impactaría a alrededor de 15.5 millones de empleados formales y a 14.7 millones informales). Otras propuestas actualmente en el Congreso incluyen la obligación de que se publiquen los rangos salariales para vacantes y otras medidas para incrementar la transparencia en los procesos de contratación, así como una iniciativa que busca mejorar la igualdad salarial.
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