Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Como se esperaba, el banco central europeo confirmó que empezará a subir las tasas en la próxima reunión de julio. Además, disminuyó la especulación sobre la magnitud del movimiento, al explicar que espera que sea de 25pb. Asimismo, dejó la puerta abierta a un nuevo incremento en septiembre, pero dejando en claro que la magnitud dependerá de las perspectivas de mediano plazo actualizadas para la inflación. No descartaron que se pueda necesitar un movimiento más agresivo. Finalmente, también dejó el camino abierto para seguir subiendo las tasas después de esos dos movimientos, explicando que espera seguir con incrementos graduales. La decisión tiene como fin enfriar la economía para disminuir presiones inflacionarias, y despertar el interés de los inversionistas que están corriendo a EU, en donde se están otorgando grandes facilidades a quienes lleven sus dólares bajo la protección del billete verde. Mientras tanto, prevalece el nerviosismo en los mercados financieros. En Wall Street, el S&P 500 cerró con una pérdida de (-)1.08%, mientras el Nasdaq retrocedió (-)0.73%. El Índice de Precios y Cotizaciones retomó su tendencia a la baja al retroceder (-)0.64%, después del ligero incremento del día previo; el peso se apreció marginalmente (0.09%) frente al dólar finalizando en 19.58. En renta fija, el bono del Tesoro de EU y el Bono M a diez años avanzaron 5pb cada uno al cerrar en 3.02% y 8.98%, respectivamente.
Por supuesto, las acciones estadounidenses cayeron a medida que los rendimientos de los bonos globales aumentaron después de que el BCE preparó a los mercados para un ciclo de aumento de tasas y por el creciente nerviosismo de que los datos del IPC de mañana, claramente mostrarán que la inflación no está cerca de alcanzar su punto máximo.
El panorama se está oscureciendo y podría ser así como comienza el argumento para que la Reserva Federal haga una pausa en septiembre. Están surgiendo señales de advertencia sobre la economía a medida que las solicitudes semanales de desempleo comienzan a aumentar, la situación de COVID de China resultará problemática para las cadenas de suministro durante los próximos trimestres y a medida que las presiones inflacionarias se amplían y no muestran signos de alivio. Parece que las reducciones en las previsiones de crecimiento mundial se convertirán en un tema constante en los próximos meses y eso debería complicar la cantidad de restricciones que vemos por parte de los bancos centrales.
El Banco de México volvió a registrar incrementos inflacionarios.
La inflación volvió a sorprender al alza al ubicarse en 0.18% mensual en mayo (0.13% consenso de analistas, 0.11% INVEX). La tasa anual se desaceleró, si bien marginalmente, al pasar de 7.68% a 7.65%. Como lo mencionamos en nuestro reporte previo (Inflación al consumidor, 1Q may 2022), el Programa contra la Inflación y la Carestía (PACIC) ha tenido “un impacto limitado en productos que se ven significativamente afectados por las condiciones de oferta y el clima.” Asimismo, aún no contamos con suficiente información que permita calcular el impacto real de este programa sobre otros precios de la canasta básica, principalmente no agropecuarios. El panorama para la inflación es mixto. Algunos indicadores sugieren menor presión en las cadenas globales de suministros. Por otra parte, los precios internacionales de materias primas (sobre todo petróleo y gas natural) no paran de aumentar. Nuestro estimado para la inflación anual de 2022 pasó de 7.10% a 7.20% a pesar que podamos observar un freno en la demanda próximamente.
Anticipamos un incremento de 50 puntos base en la tasa de interés de referencia de Banco de México (Banxico) este próximo 23 de junio. Si el crecimiento efectivamente será más bajo, el banco central no tendría que ser tan estricto, pues los precios podrían controlarse por un tema de demanda.
El gasto para la atención de los adultos mayores en México superará los 1,500 millones de pesos.
A mediados de 2020 más de 10 millones de personas mayores de 65 años requerían algún tipo de cuidado y se prevé que para 2050 sean más de 52 millones, según el estudio realizado en el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. Lo que implicaría que, de no prevenir enfermedades crónico degenerativas causadas por malnutrición o desnutrición de los adultos mayores, en el año 2050 se necesitará asignar un gasto público de al menos 1,529 mdp sólo en cuidados para para personas mayores de 65 años.
Pensando en atender este nicho de la población al que aún no se ha volteado a ver, la división clínica de Sanulac Nutrición México, que dirige Mario Sánchez, lanzó un suplemento de origen francés que permite prevenir y atender la desnutrición o malnutrición en las personas mayores de 60 años y así buscar un equilibrio entre las actividades desarrolladas y su ingesta de alimentos para evitar un desgaste mayor al de la edad. Con esta acción Sanulac contribuye a que la población mayor en México esté mejor atendida, más sana y se corra un menor riesgo de tener adultos mayores que necesiten cuidado y atención las 24 horas del día, lo que implicaría un aumento considerable en el gasto del Gobierno Mexicano.