Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Se ayudaría a las familias y se evitaría la intervención de Banxico
El Banco del Bienestar podría ser la solución para absorber los dólares que se quedan en el mercado mexicano, lo que sería benéfico por partida doble: se ayudaría a las familias a lidiar con las remesas en efectivo, y se ayudaría a preservar la autonomía del Banco de México, impulsando la estabilidad macroeconómica del país.
Ayer, precisamente, la Secretaría de Hacienda, el Banco de México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco del Bienestar, el Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME) y la Asociación de Bancos de México (AMB) presentaron una serie de medidas para fomentar la bancarización de las remesas y otros flujos de dólares en efectivo que ingresan a nuestro país. En específico, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, detalló parte de la problemática, y mencionó que en algunos municipios del país no hay sucursales ni corresponsales bancarios, por lo que los beneficiarios de estos recursos deben recurrir a otras opciones para intercambiar divisas extranjeras por pesos mexicanos.
Por supuesto, dichas opciones ofrecen tipos de cambio poco competitivos y/o altas comisiones que impactan el poder adquisitivo de las familias. Al respecto, la SHCP propuso dos principales objetivos: (1) Mejorar el tipo de cambio al cual se llevan a cabo las transacciones asociadas con el envío de remesas; y (2) reducir los costos –tanto en tiempo como en otros riesgos asociados–que se derivan de las operaciones en efectivo. Con el fin de lograr estas metas, se plantearon tres estrategias. La primera consiste en bancarizar a los migrantes mexicanos y sus familias, ya sea mediante acciones de la banca comercial y del Banco del Bienestar. Esto se realizaría mediante la segunda acción, que consiste en facilidades que permitan abrir cuentas de manera remota con el uso de la matrícula consular brindada por el IME. En tercer lugar, se buscaría brindar el mejor tipo de cambio en cualquier parte del país, eliminando la diferenciación por zonas.
El efecto, la participación de la banca de desarrollo tendrá un impacto profundo en algunas de las zonas más marginadas del país, en las cuales la penetración de sucursales o corresponsalías bancarias comerciales es baja. Esto es relevante en un contexto en el cual los ingresos por remesas han mostrado una tendencia al alza en los últimos años, con una entrada récord de US$40.6mil millones en 2020.
Urge trabajar en 4 frentes para reactivar la economía: Elías Micha (TallentiaMX).
México debe trabajar en cuatro frentes este 2021: apertura a la inversión, fortalecimiento del mercado interno, seguridad y Estado de Derecho, para revertir la contracción económica de 8.5% del año pasado, concluyeron especialistas en el Foro Impacto de la Subcontratación en el Economía. En ese marco, Miguel Pérez García, presidente de la Confederación Mundial de Empleo América Latina (WEC), dijo que la subcontratación está dando una respuesta para paliar la crisis provocada por la pandemia; es una figura clave para el desarrollo de las economías y la recuperación de los mercados.
En tanto, Elías Micha, director general de TallentiaMX, consideró que el gobierno podría generar un millón de empleos este año. Esos puestos de trabajo se pueden crear en el sector salud, apoyados del outsourcing, para los planes de vacunación. Hay que destacar que, en México, 5 millones de personas perderían su empleo si desparece el esquema de tercerización. El esquema ha contribuido a disminuir la informalidad de un 33% a un 22 por ciento.
Citibanamex anticipan un débil inicio de año y una aceleración gradual de la actividad.
El mejor desempeño del PIB en el cuarto trimestre de 2020 implica un mayor efecto de arrastre estadístico para 2021 y un impulso más fuerte para el inicio del año. Además, considerando los indicadores recientes de EU, el estímulo fiscal aprobado en diciembre, así como el proceso de vacunación, esperamos que las manufacturas de ese país podrían expandirse en 4.5% este año (3.5% anterior), lo que estimamos se traduzca en un mayor dinamismo de los sectores más relacionados con el externo. Sin embargo, persiste una elevada incertidumbre, especialmente dadas las múltiples incógnitas en torno a la crisis sanitaria. Asimismo, nos mantenemos pesimistas sobre la capacidad y voluntad del gobierno mexicano para implementar medidas contracíclicas y proporcionar certidumbre al sector privado que impulse la inversión.
Por otra parte, se desacelera recuperación del indicador de confianza del consumidor. En enero se ubicó en 38.4 puntos con cifras desestacionalizadas, mayor en 0.3 puntos al mes previo, cuando aumentó en 1.1 puntos. No obstante su recuperación gradual, aún se ubica 4.9 puntos por debajo de su nivel de febrero de 2020. Prevemos que persista una recuperación lenta por las modestas perspectivas para la actividad y el empleo. Y un buen ejemplo de esto es la baja en la producción de autos a inicios de año. En enero cayó 15.1% anual al ubicarse en 278,711 vehículos, luego de crecer 18.4% anual en el mes previo. Considerando cifras desestacionalizadas, la producción mensual bajó 8.3%, después del aumento de 3.1% en diciembre, y la mayor reducción mensual desde abril pasado.