jueves, mayo 1, 2025

LOS CAPITALES: EU entrará a una recesión técnica, antes que México.

Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ

Con un mercado global con profundas tensiones comerciales, no habrá país que se salve de la guerra arancelaria provocada por el presidente Donald Trump, y la inevitable caída de una recesión. Nuestros corresponsales en el vecino del norte nos dicen que cada vez es mayor el número de ciudadanos que rechazan las políticas económicas, comerciales y financieras lanzadas por Trump. El mundo está marcado por tensiones comerciales, revisión de expectativas económicas y ajustes regulatorios; los mercados atraviesan una semana clave en términos de política económica, actividad corporativa y señales macroeconómicas. Desde Estados Unidos hasta Asia, pasando por Europa, las declaraciones de líderes, resultados empresariales y datos económicos, componen un mosaico de expectativas mixtas que perfilan un segundo trimestre de 2025 desafiante.

Analistas de ATFX LATAM nos dicen que, en Estados Unidos, el foco ha estado puesto en el impacto económico de las políticas comerciales impulsadas por la administración Trump durante sus primeros 100 días de gobierno, periodo que, según The Wall Street Journal, ha sido el peor para los índices Dow y S&P 500 desde la era Nixon. A pesar de las declaraciones optimistas del presidente Trump, los mercados han recibido señales contradictorias. El presidente ha insistido en que se alcanzarán acuerdos comerciales con India y posiblemente con Corea del Sur, mientras que el secretario de Comercio, Lutnick, asegura que ya existe un acuerdo cerrado pendiente de aprobación parlamentaria por parte de un país no revelado. Sin embargo, las afirmaciones de haber cerrado “200 acuerdos” generan escepticismo, considerando que solo existen 195 países en el mundo.

No obstante, el entorno actual refleja una economía estadounidense en desaceleración estructural, presionada por políticas arancelarias que, lejos de fomentar el crecimiento inmediato, han generado incertidumbre, distorsiones en la inversión y presión sobre las cadenas de suministro. La administración Trump avanza en un giro proteccionista-industrialista que exige tiempo y claridad para consolidarse, pero cuyos efectos a corto plazo se traducen en menor confianza del consumidor, deterioro del PIB y condiciones financieras restrictivas. Mientras tanto, Europa parece avanzar con mayor estabilidad, beneficiándose de una inflación más contenida y una política monetaria cautelosa. Asia mantiene un papel ambivalente: China adapta su modelo, Australia consolida su desinflación, y Japón enfrenta debilidades industriales.

Pero no todas son malas noticias para México y el mundo.

En términos de política arancelaria, EU acaba de anunciar ajustes relevantes en la industria automotriz. Los fabricantes nacionales en EU recibirán una compensación del 15 % por el valor de vehículos fabricados localmente, con beneficios adicionales para los automóviles con 85 % de contenido nacional. Las órdenes ejecutivas relacionadas buscan facilitar la relocalización de las cadenas de suministro, con medidas compensatorias que no implicarían costo fiscal directo, según Lutnick. Por supuesto, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum destacó como un avance la flexibilización de aranceles por parte de Estados Unidos al sector automotriz, considerándolo un reconocimiento a la vigencia del T-MEC.

A pesar de estos esfuerzos, persisten las preocupaciones económicas. El Tesoro de EU aumentó su necesidad de financiamiento para este trimestre a $514 mil millones, un 320 % más que la estimación anterior. Además, el modelo GDPNow de la Fed de Atlanta ajustó su estimación del PIB del primer trimestre a -2,7 %, mientras que Goldman Sachs redujo su previsión de crecimiento del gasto del consumidor a apenas 0,9 % para 2025, frente al 3,1 % de 2024. Polymarket estima con más del 70 % de probabilidad, que el PIB del primer trimestre será negativo, y Kalshi señala una contracción esperada de -0,4 %. La confianza del consumidor ha caído por quinto mes consecutivo, con expectativas de inflación a 12 meses en 7 %, el nivel más alto desde noviembre de 2022. El informe del Conference Board sitúa el índice de confianza en 86, por debajo de las previsiones y en niveles similares a la Gran Recesión.

En fin, para los mercados financieros el escenario base es de volatilidad sostenida, con presiones bajistas en los activos de riesgo si los datos macroeconómicos continúan confirmando una desestabilidad en el vecino del norte. Las acciones podrían encontrar soporte si los rendimientos de los bonos efectivamente caen, tal como anticipa Fundstrat. No obstante, el sesgo sigue siendo de cautela. En el corto plazo, los inversionistas deben enfocarse en la selectividad sectorial, priorizar compañías con solidez operativa, y observar con atención la evolución de los acuerdos comerciales y los cambios en política fiscal y monetaria. El segundo semestre dependerá en gran medida de la capacidad de Washington para equilibrar su agenda proteccionista con la necesidad de reactivar la demanda y estabilizar las expectativas. La resiliencia estará del lado de quienes sepan leer el nuevo orden económico global en formación.

El Peso mexicano sigue resistiendo la presión es comerciales y cambiarias.

La divisa mexicana tuvo ayer una sesión de alta volatilidad, que finalizó con una depreciación del 0,24 % frente al dólar, cerrando sobre los $19.61, tras moverse en un rango intradía entre un mínimo de $19.51 y un máximo de $19.65. La jornada estuvo cargada de eventos económicos importantes que condicionaron el comportamiento de la divisa.

Tras la publicación del dato del PIB de México, el peso mostró una reacción inicial positiva, apreciándose hasta los $19.51. En términos trimestrales, la economía creció un 0.2 %, revirtiendo la contracción de -0.6 % del periodo anterior, mientras que el dato anual se ubicó en 0.6 %, por encima del 0.5 % previo. Aquí es importante recordar la proyección hecha por Banxico en febrero, cuando redujo su expectativa de crecimiento para 2025 del 1.2 % al 0.6 %, alineándose con los estimados de instituciones privadas.

El dato generó cierto optimismo en el mercado, respaldado por dos factores adicionales, por un lado, el sólido desempeño bursátil, con el índice accionario mexicano en máximos históricos y un alza acumulada de +6 % en el mes; y por otro, el superávit comercial de $3.44 mil millones en marzo de 2025, muy por encima de los $1.99 mil millones del mismo periodo del año anterior, y superando ampliamente las expectativas del mercado, que esperaban $2.06 mil millones.

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