Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Durante el año que se va, los ciberdelincuentes registraron ganancias extraordinarias. Según el reporte Cost of a Data Breach 2021 de IBM, a nivel global el cibercrimen le costó a las empresas hasta USD $4.35 millones anuales. Por supuesto, las cifras varían de acuerdo a diversas fuentes. Por ejemplo, el Informe Anual de Amenazas de Unit 42 indica que los costos de rescate de información comprometida se incrementan 144% al año. Y un estudio de Veeam indica que el 76% de las organizaciones latinoamericanas experimentan al menos un ataque durante el año; de esa cifra, el 24% no pudieron recuperar los datos cifrados ni siquiera mediante el pago de un rescate, lo que nos hace pensar que el costo de un ataque no solo radica en lo económico .
La ciberdelincuencia es un problema que las empresas deben considerar como una amenaza latente, que se encuentra en constante evolución y cada día es más difícil de contrarrestar de forma efectiva. Este año se vio marcado por una alta incidencia de eventos, principalmente por el ransomware, el cual atacó a un alto número de compañías a nivel global. Es por eso que Strike, plataforma global de ciberseguridad que previene los ataques informáticos mediante el hacking ético, hace un recuento de cómo se propagaron las principales amenazas cibernéticas y cuál fue el costo de no proteger a los sistemas de forma correcta a través de análisis.
El ransomware, o secuestro de datos, fue el principal problema de ciberseguridad para las compañías en 2022. Este tipo de amenaza se vio potenciada por el surgimiento de nuevos métodos como la doble extorsión, que consiste en expandir el ataque más allá del cifrado de datos y pasar a la filtración de información sensible, como forma de exigir un rescate. También destacan los modelos de afiliados, en los que los hackers, tras obtener acceso al sistema de una compañía, optan por no robar los datos directamente: por el contrario deciden, en lugar de atacar, ofrecer esos accesos a otros grupos para que estos obtengan la data que deseen. Para ello se utilizaron crypters como HCrypt y Snip3 con los que los criminales entregaban varios troyanos de acceso remoto, así como el software Qbot. También este año se vio marcado por los ataques simultáneos. Durante este 2022 se presentaron casos como en el que los grupos cibercriminales Hive, LockBit y BlackCat atacaban a un mismo sistema de forma simultánea.
Los equipos de ciberseguridad también debieron lidiar con el nacimiento de nuevos grupos emergentes de ransomware. ‘Familias’ como BlackByte, Grief, Hive, Yanluowang, Vice Society y CryptoLocker/Phoenix Locker hicieron su aparición este año, mostrando similitudes cercanas con otros grupos que (en apariencia) desaparecieron. Esto lleva a los especialistas a considerar la posibilidad de que únicamente se trate de los mismos adversarios, operando bajo un nuevo nombre.
La ciberdelincuencia no deja de evolucionar y es un problema latente que las empresas deben atender de forma periódica. La ciberseguridad no es algo de una única vez, es decir, no tiene un final. Por el contrario, debe realizarse continuamente ya que no se sabe en qué momento las organizaciones pueden, sin darse cuenta, abrir la puerta a entes maliciosos que podrían causar mucho daño.
Mejorará el mercado inmobiliario en AL en el 2023: Newmark.
Para este 2023, se espera una mejora en los indicadores del mercado inmobiliario en América Latina, principalmente en el de oficinas donde el modelo híbrido y plug and play, seguirán siendo tendencia, por lo que habrá una mayor estabilidad en los precios de renta, disponibilidad hacia la baja y una absorción neta positiva. En el caso industrial, los indicadores seguirán con una inercia saludable con proyección de evolución positiva.
Lo anterior se desprende del análisis de Perspectivas 2023 del mercado inmobiliario, elaborado por Newmark Latinoamérica, cuyo presidente en México y director regional para América Latina es Giovanni D´Agostino, y en el que se destaca que países como Argentina, Colombia, Brasil, Costa Rica, Colombia, Chile, Perú, Panamá y México continuarán con fuerte actividad en el mercado industrial.
“Si bien el crecimiento económico de la región va a ser bajo y lento debido a los factores globales, con excepción de Centroamérica, donde se esperan mejores tasas de crecimiento comparadas con la mayoría de los países en Latinoamérica, esto no representará una desaceleración de la absorción de oficinas ya que, más allá de los formatos híbridos, la gente paulatinamente ha ido regresando a los espacios corporativos”, señaló Giovanni D´Agostino.
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