“Lo que la música electrónica anticipa sobre la creación con IA”

Fecha:

CIUDAD DE MÉXICO.- Desde la plataforma Proyecto451, nos comparten un muy buen artículo que nos ayuda a pensar el presente que estamos viviendo, y el rol del editor en la producción de libros. Su autor, Narain Jashanmal, parte de una advertencia actual: apps como Sora (de OpenAI) y Vibes (de Meta) anuncian una explosión creativa instantánea, pero al mismo tiempo intensifican una ansiedad cultural profunda. Esa ansiedad tiene nombre: “IA slop”, un término que alude al miedo de que el torrente infinito de contenido generado automáticamente ahogue lo humano, lo valioso y lo memorable.

Para comprender esa tensión, Jashanmal recorre la historia de la música electrónica. En los años 50, los críticos se horrorizaron ante los sonidos alienados y nuevos instrumentos electrónicos, hablando de “barking hellhounds” como metáfora del peligro: que la música dejara de ser humana, para convertirse en artefacto frío. Con el paso del tiempo, la tecnología se abarató y democratizó: sintetizadores, herramientas digitales y estaciones de trabajo llevaron la producción a miles de creadores caseros. Entonces, el temor cambió: ya no era la maquinaria que sustituye al artista, sino el ruido caótico de millones de voces intentando ser escuchadas.

Hoy, los números respaldan esa lógica. Cada día se suben decenas de miles de pistas a plataformas de streaming. Pero el 87 % de los 200 millones de canciones disponibles jamás supera 1.000 reproducciones. En otras palabras: la democratización no aplana jerarquías; las acentúa. En ese contexto, los grandes desafíos no son los generadores, sino los filtros: quién decide qué contenido merece ser visto, qué voz se destaca y qué criterio gobierna esos filtros.

De producción a selección: la ventaja ya no es “publicar más” sino construir sistemas de selección (catálogos, colecciones, feeds, clubs) que separen señal de ruido.

“Slop editorial”: resúmenes generativos, libros para SEO/retail que llenan estanterías pero no generan vínculo. Pueden canibalizar la marca si no hay curaduría explícita.

Licenciamiento como palanca (Play): atomizar derechos (extractos, clips, audio breve, vídeo corto) puede multiplicar exposición, pero puede también acostumbrar al público a usar el libro como “fondo” si no se guía la conversión a lectura profunda.

Democratización ≠ equidad: la IA abarata “hacer libros”, pero encarece la atención. El valor diferencial pasa a curación, marca, comunidad y métricas de lectura significativa.

El futuro del libro será menos sobre producir más y más sobre elegir bien: quién, cómo y con qué valores elegimos lo que importa
AM.MX/fm

Compartir

Popular

Artículos relacionados
Related

El 17° Desfile de Alebrijes Monumentales llenó de color el Zócalo capitalino

El 17° Desfile de Alebrijes Monumentales llenó de color el Zócalo de la CDMX con más de 200 figuras, 50 mil asistentes y una exhibición gratuita en Paseo de la Reforma hasta el 9 de noviembre.

¿Cuánto gana una ciudad cuando se filma una película?

Nueva York y Mumbai le siguen con derramas de 81.6 y 61.2 mil millones respectivamente, demostrando que el cine es un motor económico global.

Tempel Group México acelera la transformación industrial con soluciones tecnológicas de alto impacto

Con una estrategia que combina innovación tecnológica, alianzas...

Cempasúchil: la flor que ilumina el camino de los muertos

Para muchas familias, comprar y colocar cempasúchil no es solo seguir una tradición: es honrar a sus ancestros y mantener vivo un legado.