Sara Lovera
CIUDAD DE MÉXICO / SemMéxico.- Lo que hago es lo que quería hacer y lo que quiero seguir haciendo hasta que muera, no me interesa nada más …” Y eso fue lo que hizo, sólo dejó de hacerlo los últimos 21 días, después de anunciar su retiro. Murió este jueves a los 82 años, tras una carrera de periodista de más de 65 años; la noticia la publicaron sus hijas. El hecho consternó al público y a sus colegas. Esta tarde hay decenas de expresiones en todas las redes sociales. La vamos a extrañar.
Cristina Pacheco, menudita, expresiva, siempre con prisa, entrevistó a cientos de personajes, de la cultura y la vida pública, pero lo más importante para ella y lo hizo sin parar, fue recuperar el testimonio de la gente de a pie durante 56 años.
Tuvo que adoptar, por breve tiempo el seudónimo de Juan Ángel Real y le importaron, sin llamarse jamás feminista, las mujeres, a quienes dio voz sin cansarse. La recuerdo en el campamento de las costureras en 1985; en los talleres de flores o de esferas, en la zona de La Merced en la Ciudad de México; entre las creadoras escritoras, filósofas y artesanas. Su libro Sopita de Fideo es un ejemplo.
A lo largo del tiempo publicó la serie Ayer y hoy en la revista Sucesos: fue editora de la serie de libros Contenido, así como directora de las revistas Familia y Mujer de Hoy. Hasta que 1977 se inició como entrevistadora en la televisión. En los encuentros entre colegas -compartimos medios y redacciones por 40 años- siempre hablaba muy rápido, se despedía, no era de ir a fiestas ni reuniones, siempre estaba con agenda y leyendo.
Mar de Historias, que inició en El Día al final de los años 70 y la publicó casi 36 años en el diario La Jornada, era eso, un relato cotidiano de la vida de hombres y mujeres, poniendo en el centro la vida en pareja. Pero publicó entrevistas icónicas en la revista Siempre¡, por lo cual el Senado de la República la premió.
La conocí en 1969 en la casa de Adelina Zendejas, una periodista/feminista/comunista, que me la presentó diciendo que era un ejemplo de curiosidad y de inefable espíritu cuestionador. Entonces se preparaba la primera reunión que fundaría la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (AMMPE), cuando ya eran famosas sus entrevistas, sobre la acción de las promotoras de la lucha femenina, publicadas en la Revista Mujeres, que fundó Marcelina Galindo Arce, entre 1958-1978.
“Hay Sara¡ hablar con la gente es lo que debemos hacer todos los días”, me dijo una mañana en el Buen Café que estaba a la vuelta de El Día, sobre la calle de Antonio Caso, a su mesa llegaban algunos personajes con los que ella charlaba pacientemente, sacaba su cuaderno y anotaba. Nunca abandonó el bolígrafo, fue la entrevista en la que se hizo maestra las publicó.
Entusiasta, publicaba en El Gallo Ilustrado y gustaba de visitar la redacción, que estaba en Insurgentes Centro. Siempre con ese cabello, de muy largo y trenzado, cuando la vi la primera vez, pero pasó a hirsuto y despeinado cuando anduvimos por el país, promoviendo La Jornada (la foto arriba ).
Luego se hizo muy conocida, y fue icónico el programa de Canal 11, «Aquí nos tocó vivir», del que explicó “ es mucho más que una frase para los habitantes de la Ciudad de México, porque representa el testimonio de miles de personas que durante casi medio siglo compartieron sus experiencias con la periodista. Le tomaba tanto tiempo, que se disculpó conmigo cuando no pudo asistir a la primera reunión de la Red de Periodista, raramente daba conferencias. Estaba siempre que le quedaba tiempo, con sus hijas.
Era su programa de entrevistas con gente de a pie.
Laboró así en todos los medios y sus formatos; narradora de la vida cotidiana, donde puso en el centro a las mujeres y la vida en pareja; escribiente del día a día, narradora, cuentista, hizo su primeros pasos de periodista en 1959, cuando colaboró por primera vez con los periódicos El Popular y Novedades; de igual manera formó parte del equipo de redacciónde la revista de la Universidad de México, dondeconoció al escritor José Emilio Pacheco. Entre 1963 y 1964 bajo el seudónimo Juan Ángel Real, publicó la serie Ayer y hoy en la revista Sucesos. Después se llamó Cristina Pacheco.
Afable, siempre con una sonrisa, también me dijo un día, de cientos de conversaciones que compartimos en los espacios laborales, que para hacer buen periodismo “hay que trabajar y trabajar”, nunca dejar pasar el tiempo, de la máquina Olivetti a la computadora, transcurrió atareada. Era capaz de retratar eso que hoy se llama cuidados, la disposión de la cocina; el trabajo de una enfermera, los avatares de las madres y las relaciones entre esposa, esposo, amante, ama de casa, obrera o albañil.
A su trayectoria se suma su colaboración con el diario El Sol de México, en el que participó de 1976 a 1977; en el periódico El Día, donde publicó la sección “Cuadrante de la Soledad” y en La Jornada, trasladó la publicación de la sección dominical “Mar de Historias”; mientras que a partir de 1977 colabora con la revista Siempre.
Cristina Pacheco inició su incursión en el periodismo televisivo en el año 1977, colaborando para Canal 13 a lado del escritor Renato Leduc, mientras que en el Canal 11, participó junto al escritor Juan de la Cabada, en el programa De todos modos Juan te llamas.
Cuando cumplió 56 años de trayectoria periodística, por su pertinaz tares de mostrar tal cual la condición de la gente de México comunicar los temas más sensibles de la sociedad. El 28 de marzo de 2017 el Pleno del Senado de la República avaló un punto de acuerdo para hacerle un reconocimiento por el rescate, difusión, análisis de las diferentes voces de las y los mexicanos, de sus quehaceres, sus virtudes y su presencia en favor de la cultura de México.
Autora de reportajes, de entrevistas, editora y jefa de redacción e importantes medios y revistas, así como una figura relevante en la radio, prensa y televisión, pasaba los días, no frecuentó como otras mujeres, la intensa visa de José Emilio Pacheco, pero lo acompañó en sus momentos difíciles. Desde 1978 condujo “Aquí nos tocó vivir” y a partir de 1997 la serie ‘Conversando’, ambos de Canal 11.
La acompañe a recibir el Premio Nacional de Periodismo en 1985 por sus entrevistas en la revista Siempre! Y juntas recibimos el premio Mujer al Máximo en 2005.
La periodista Úrsula Medina, de El Sol de México el 7 de diciembre, hace apenas tres semanas escribió que «Aquí nos tocó vivir» es mucho más que una frase para los habitantes de la Ciudad de México. Representa el testimonio de miles de personas que durante casi medio siglo compartieron sus experiencias con la periodista.
Y anunció que ese viernes, Canal Once compartió en sus redes sociales que la periodista informó su retiro «por graves problemas de salud».
Fue a ganadora del Premio Bellas Artes de Literatura «Inés Arredondo» 2022, y dice Úrsula que dejó una escuela en la televisión, cuyo estilo informal, acercó la cultura a un público masivo.
«Es duro lo que voy a hacer, pero debo hacerlo», justificó su retiro. Fue al término de la emisión de «Conversando…» cuando se dirigió a su público, pidiendo su comprensión, «si de pronto se me van las palabras «.
En una emotiva despedida, precisó: «Antes que nada, con mucha emoción, quiero agradecerles su apoyo, su constancia, su solidaridad en este programa a lo largo de tantos años.
«Han sido para mí presencias vivas mágicas, son para mí seres queridísimos que forman parte de una familia. Lo mismo que mis compañeros a quienes quiero agradecer su apoyo», continuó rodeada de los miembros de producción de su programa.
La periodista dijo que decía adiós temporalmente por razones de salud, aseguró que era importante atenderse y que por ahora tendrá que dejar su programa.
«Gracias a ustedes he soportado pérdidas muy graves y hoy tengo que aprender a soportar algo a lo que me está enfrentando la vida. No exagero. Es duro lo que voy a hacer, pero debo hacerlo. Por razones de salud, graves razones de salud, tengo que suspender al menos momentáneamente Conversando con Cristina», añadió con la voz entrecortada y entre muestras de apoyo de sus compañeros de trabajo.
Nos lo dijo. Su nombre Cristina Romo Hernández, nació en San Felipe, Guanajuato el 13 de septiembre de 1941. Ya era viuda del poeta y ensayista mexicano José Emilio Pacheco.
Fue egresada de la Carrera Lengua y literaturas Hispánicas, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
También, además de los diarios y revista participó en la radio, en los programas Voz Pública y Los dueños de la noche por XEQ-AM; en Aquí y ahora por XEW AM; y en Los amos de la noche y Periodismo y algo más por Radio Fórmula..
En televisión, fue comentarista del noticiero nocturno y de la serie semanal Séptimo Día, de Canal 13, donde también realizó una serie de conversaciones con el escritor Renato Leduc. Desde 1977 comenzó a colaborar en Canal Once, donde se desempeñó como comentarista del programa Así fue la semana, y como conductora de De todos modos Juan te llamas, serie semanal de conversaciones con el escritor Juan de la Cabada..
Obra Narrativa
Para vivir aquí (1983)
Sopita de Fideo (1984)
La última noche del tigre (1987)
Amores y desamores (1996)
Los trabajos perdidos (1998)
Limpios de todo amor (2002)
El oro del desierto (2005)
Humo en tus ojos (2010)
Periodismo
Orozco, iconografía personal (1983)
Testimonios y conversaciones (1984)
Cuarto de azotea (1985)
Zona de desastre (1986)
La luz de México: entrevistas con pintores y fotógrafos (1989)
Oficios de México (1993)
La rueda de la fortuna (1993)
Los dueños de la noche (2001)
Al pie de la letra. Entrevistas con escritores (2001)
El corazón de la noche (2004)
Infantiles
La chistera maravillosa (2000)
El eucalipto Ponciano (2006)
La canción del grillo (2006)
Dos pequeños amigos (2008)
El pájaro de madera (2008)
Se vende burro (2009)
Largo viaje al país de la memoria (2010)
El sueño de las hormigas (2013)
Premios y reconocimientos
Premio Nacional de Periodismo el año de 1985
Premio de la Asociación Nacional de Periodistas 19862
El Lince de Oro que otorga la Universidad del Valle de México. (otorgado a ciudadanos que han hecho un bien a la sociedad)
Premio Rosario Castellanos 2012
Premio Bellas Artes de Literatura Inés Arredondo 2022
La vamos a extrañar siempre.
AM.MX/fm