Teresa Gil
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No es que se impulse a leer la novela Mar de fondo (Anagrama 2023) de Patricia Highsmith, sino que hay alertas porque un mar de fondo se está instalando en varios de los estados que tienen playas y que desde luego pueden ser sede de los vacacionistas de Semana Santa o ya lo son. Ha habido una gran variación en el tiempo en estos y el oleaje largo y fuerte que viene del interior del mar, puede variar las condiciones del clima en las playas. Se generan corrientes que arrastran mar adentro. En el caso de la cambiante Ciudad de México el clima pasa de frío a calor. De acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, el clima promedio en la Ciudad de México es de 16 grados durante el año. Y en estos días pasa de ocho grados a 27 o 28 grados. La capital es más cambiante que esas y esos que son sacados a relumbre ahora, por infieles. Adelanto que dentro de las muchas historias que uno conoce y lee, la infidelidad más singular que he conocido a través de un libro, es la de la protagonista del libro Ana Karenina, de León Tolstoi.
LO DE LOS INFIELES SE DISCUTE, PORQUE ALGUNOS ESTUDIOS RECALCAN CAMBIOS
De acuerdo a un sondeo que recalca No monogamia en Latinoamérica y que fue analizada y dada a conocer por sexólogas del Instituto Mexicano de Sexología, puede llevar a la conclusión de que medio mundo o todo, es infiel. Al parecer no eran necesarios ese sondeo y otros, porque la experiencia general arriba a la existencia de una no monogamia. Situación que ha sido común en el género masculino pero que ahora se expresa en el femenino. Y no hay que olvidar que la monogamia no ha tenido la intención de preservar pura a la mujer frente a otros hombres, sino la salvaguarda económica de las herencias a favor de los llamados hijos legítimos. Esa era en tiempos remotos la argumentación patriarcal que llevó a las leyes civiles con la intención de preservar una unión permanente protegida por esas leyes, en las que la monógama era realmente la mujer. Ahora, la historia ya tiene rato, se ha ido aceptando que la monogamia será cosa del pasado o de cada quien que la desee, pero que queda abierta la actitud de no ejercerla para los dos géneros.
EN EL CASO DE ANA KARENINA, EL MARIDO OFENDIDO QUERÍA VENGANZA
He escrito algunas veces sobre esta novela, Ana Karenina, y siempre destaco un aspecto diferente. En el último caso me refería más bien a la intención de León Tólstoi de hablar del fin del feudalismo y llamar la atención del lector con una historia romántica que era precisamente parte del entorno de ese sistema. Ahora recalco un aspecto que no solo se daba en ese medio sino que trasciende a lo moderno, porque finalmente todos los sistemas tienen algo del anterior. Me refiero a la actitud del ejercicio de propiedad del marido sobre Karenina, para someterla a sus deseos y sentirse ofendido cuando ella toma otros derroteros. La decisión de la joven en la que incluso se exponía a perder a su hijo, ya estaba definida y el hombre, de cierta importancia económica y social, podía haberle dado el divorcio si es que existía o simplemente liberarla de su matrimonio. El hombre hizo lo contrario al negar toda solución y la historia en ese aspecto planteó una indefinición que fue la que ocasionó la tragedia y que evidencia que las presiones a la mujer no solo eran por sentimentalismo, sino por una costumbre social podríamos decir machista, superior a lo personal.