Teresa Gil
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La marcha opositora anunciada para el 18 de febrero, es ilegal y el TEPJF y el INE, deben frenarla. Es su obligación inmediata. Los convocantes están enfrentando el proceso electoral, porque dicha marcha no es otra cosa que un rompimiento de las reglas impuestas por la ley, ya que los convocantes, aunque no hagan acto de presencia, son los mismos partidos opositores, por interpósitas, que están haciendo campaña. Eso ya se está comprobando por los participantes en la convocatoria. La aparición ”lujosa” de Lorenzo Córdova, no solo es uno de sus desvaríos soberbios e irresponsables, sino un acto de peligro que puede poner en riesgo la democracia mexicana. Así lo están señalando algunos analistas y observadores. La situación extrema a la que han llegado miembros de la línea opositora como la mujer que encabeza su candidatura presidencial, puede ser no solo el despecho del que se yerguen como perdedores, sino la malignidad ya inserta en una venganza para frenar a todo trance el actual proyecto. Y también que a la derecha no le importa la tranquilidad del país. Lo estamos viendo en otros entornos latinoamericanos.
CÓRDOVA SIEMPRE ACTUÓ EN CONTRA DE SU POSTURA ARBITRAL
Desde el inicio de este sexenio, Lorenzo Córdova se mostró beligerante. Desde un organismo autónomo que como tal es solo para el ejercicio de sus funciones, porque depende del presupuesto tripartita del estado, se fingió similar al ejecutivo electo por el pueblo y estuvo creando una serie de problemas y rechazos a todo lo impuesto por dicho ejecutivo. Lo vimos en contra de las encuestas propuestas desde el palacio nacional, una de ellas que podía haber conseguido lo que quería, retirar a AMLO del poder, a través de la encuesta de no ratificación. También avaló la actitudes opositoras de no participar.
Ahora se sabe, a través de contactos y relaciones con ese sector. El árbitro en realidad era un opositor dentro del INE, con el que hubo que luchar, contradictoriamente. Se quejaba por todo, pedía más presupuesto en medio de los altos salarios y lujos y lo vimos, fuera de tono ya, agrediendo al presunto candidato de Morena, de Guerrero, Felix Macedonio, con un odio que no encajaba en su labor de árbitro. Así se dio durante todo el sexenio como si en lugar de ser un funcionario árbitro de la democracia mexicana y convivir con todas las corrientes, enfocara su odio a quien gobernaba al país, en forma permanente.
DE ORGANISMOS ELECTORALES PASAN A LA OPOSICIÓN, COMO WOLDENBERG
Córdova no es el único que arriba públicamente a una oposición de la que ya formaba parte, quizá, en actitudes. Recientemente sorprendió que José Woldenberg, ex presidente del entonces IFE, fuera el disertante lujoso de la oposición. Sorprendió que el mencionado autor de más de diez libros sobre la democracia en general y mexicana, se adhiriera a ese contexto de los que gobernaron y saquearon al país, mismos que había criticado. Fue una sorpresa de una ciudadanía que lo admiraba y estimaba, que desde luego cambió. Esos pases se ven utilitarios. Uno de los libros de Woldenberg, Carta para una joven desencantada de la democracia (Editorial Sexto Piso, España, 2017) es un ensayo dirigido a jóvenes, a los que trata de convencer del porqué los valores de la democracia deben de seguir y aplicarse. El libro transita por todos esos valores y refrenda la confianza a la joven la que le dirige la carta, la fe en ese sistema. Fue escrito en 2017 o sea que estaba criticando lo mismo que juzgó en sus otros libros, al sistema priísta y a los que se insertaron en ese camino, los del PAN. Por desgracia, Woldenberg al transitar a la derecha, traicionó sus propios conceptos. El peligro acecha.