Teresa Gil
Migrante por varios años en Estados Unidos, donde se unió a organismos de apoyo a migrantes, Francisco González Retana, mejor conocido como Mace, regresó a su pueblo Contepec a apoyar el desarrollo de este municipio michoacano. Quiere ser presidente municipal por Morena. Como un recuerdo de lo que vivió en su niñez, donde un migrante griego arribado en 1927 creó una familia, la Aridjis, que exalta la calidad migrante con su arte, Mace se instaló de nuevo en su pueblo para tratar de ratificar aquella historia a través de obras, cultura y desarrollo social. En el municipio y en esta campaña electoral, poblados que solo han visto las candidaturas priístas, de trece candidatos de Morena, varios han renunciado para sumarse a su causa e incluso los integrantes de la lucha que dejó el doctor Mireles recientemente fallecido, fueron a expresarle su apoyo, incluida su propia hija.
Por su impulso y otros migrantes, se acaba de crear en el pueblo la casa del migrante. Lo singular es lo que está pasando en un sitio tan pequeño de solo 331 kilómetros cuadrados. Este joven de 34 años, llegó y cimbró al pueblo con un programa al que se han sumado varios sectores: la Asociación Civil Despertando Contepec. En él se contemplan muchos proyectos como exportación de cultivos, de inversión, actividades de autosuficiencia alimentaria, campañas de salud, fomento a la participación ciudadana, a las actividades deportivas, creación de espacios públicos, impulso a la cultura y actividades de ese tipo, apoyo a grupos vulnerables, entre otros.
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La experiencia de apoyo a migrantes dice, le sirvió para valorar esa calidad migratoria y aplicarla más tarde en experiencias en su país. Estudió administración de empresas en la Universidad de San Diego y en la misma se tituló de licenciado en finanzas, en la Cecani Latinoamericana, el diplomado en Administración Pública Municipal. ”Estoy listo” sostiene, para servir al pueblo que me cobijó en la niñez. Rodeado en parte por miembros de la familia Aridjis, el pintor Rodrigo Aridjis entre ellos, tienen meses recorriendo los poblados, en un entorno agrícola que privilegia hasta este momento el maíz, el nopal y revivifica el pulque. La vida se ensancha con los más de 4 mil habitantes de la cabecera de Contepec, que por primera vez están alertas ante aquel niño que conocieron y hoy, como un joven, busca otra forma de vida para el pueblo. En su tienda, que abrió a su llegada, creó un espacio para que mujeres del pueblo hagan mieles y mermeladas para su propio beneficio y estimula con sus acompañantes clases diversas para niños ¿Habrá un cambio en Contepec? El dice que esa es su esperanza.
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Miles de candidatos se mueven en este momento en el país, creando la versión sociológica de la diversidad mexicana, en un proceso electoral único en la historia de México. Candidatos los hay de todos tipos, viejos políticos, avorazados lobos de mar, arribistas, chapulines, gente de buena fe, artistas, y un sinfín de categorías que se expresan en rostros indígenas, en güeros de rancho, blancos, los llamados mestizos, afros de los estados sureños y algunos fifís que se dan tono persiguiendo el presupuesto. En ese contexto, Contepec que tiene 32 localidades y es uno más de los 113 municipios de Michoacán, entra al jolgorio electoral con la visión del que espera algo. Ahí creció el poeta Homero Aridjis bardo multipremiado y diplomático y corrieron por sus callecitas su sobrina Ivonne Angélica la paisajista, la fotógrafa Patricia Aridjis y el sobrino bisnieto de Homero, Rodrigo Aridjis el pintor. Este compartió sus correrías de niño con Mace, ahora de regreso como un odiseo que sin ser griego, busca la esperanza del regreso, después de sortear a todos los monstruos a los que se enfrentó en esa Odisea que vive el migrante.
