Teresa Gil
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¿Debe un país que tiene personajes que por diferentes razones entran a la historia, permitir que esos personajes sean parte del vilipendio comercial día tras día? ¿Dejaríamos a Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero, a doña Josefa, a doña Leona, expuestos a diario en las esquinas y en los mercados, con su nombre y su figura, solo porque unos tipos registraron sus nombres y hacen negocio con ellos? ¿puede permitirse esa explotación, pese al decoro que debería de tener un país con sus personajes? Aunque no todos los personajes históricos tienen la misma estatura, la señora Frida Kahlo que es de la que comentaremos, ¿puede, como mujer ser vilipendiada a diario por unos comerciantes que utilizan su nombre para enriquecerse? Una cosa es el derecho de autor y otra cosa es el Estado y sus valores. La señora debería de ser resguardada si no como una gran pintora, si como un personaje ligado a un movimiento de expresión revolucionaria como fue el muralismo, aunque solo lo fuera como la esposa de uno de los muralistas, Diego Rivera.
LA EXPLOTACIÓN DE LA OBRA DE KAHLO, LA HACE UNA EMPRESA EXTRANJERA
La verdad es que uno no entiende esa faramalla sobre la pintora Kahlo, sobre todo por su comercialización tan insistente y molesta. He preguntado y lo he mencionado aquí, a varios pintores y a conocedores del tema si la señora Kahlo es una gran pintora. La respuesta ha sido el silencio. No se niega que tiene cuadros accesibles y bellos, que la misma promoción permanente ha terminado por saciar. Pero una gran calidad pictórica nunca ha sido comprobada. Lo que levanta su figura es indudablemente su cercanía como esposa de Rivera y desde luego, las grandes afectaciones que dejaron en su cuerpo y en su modo de ser, el accidente grave que tuvo en su juventud. Personajes como ella que ascienden a la fama porque además tienen otros méritos como personas, se convierten también en una gran herencia para sus familiares, los que en su momento viven del trabajo de un pariente. Es el caso de Isolda Pinedo que vendió sus derechos a una firma de Panamá, FKC. Y otro como Romeo Pinedo que se ha querido meter en el negocio sin tener derecho. Lo más absurdo además, es que el nombre y trabajo de la pintora sea el gran negocio de una empresa extranjera como la panameña mencionada, FKC. Y que se haya negado un permiso a un organismo mexicano, el Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio.
El PAÍS TIENE EL ANTECEDENTE DE REMEDIOS VARO PARA INTERVENIR
Ante el hecho de que Kahlo se aparezca por todos lados incluso en situaciones que no son lógicas, dan su nombre a vinos y multitud de cosas, debería llevar a una investigación a fondo de los que tratan esos asuntos para el Estado y ver una solución que rescate al personaje. Ya ocurrió con la pintora Remedios Varo cuando una sobrina de allende el Atlántico que sin deberla ni temerla y sin haber apoyado nunca a la pintora, se presenta en México a reclamar sus obras a su muerte. Injusto ante el dueño real, compañero de vida de Remedios, quien confiado había obtenido con apoyo económico los cuadros sin registrarlos, y fue afectado por la pariente. Por fortuna, pero a partir de un desprendimiento económico, la obra de Remedios ya florece en nuestro país. Lo mismo podría hacerse con Kahlo, buscar una forma propia de los valores del Estado frente a un derecho personal utilitario y recolectar la obra y su uso y someterla a propiedad del pueblo. Todos aplaudiríamos.