miércoles, marzo 12, 2025

LIBROS DE AYER Y HOY: El consumidor ante los obstáculos del arancel

Teresa Gil
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

La guerra de los aranceles que a fines del año pasado ni siquiera nos pasaba por la mente, nos recuerda de pronto que todos somos consumidores. Y que este día 15 de marzo, cuando se celebre El Día Mundial de los Derechos del Consumidor, tendremos que tomar conciencia de ello y empezar a planear la organización. Como es natural en México todos somos consumidores, aunque los recién nacidos solo lo hagan a través del consumo que hace la madre al amamantar. Como un hecho mundial en el que participan los demás animales, aunque lo hagan a través del ser humano, puede no obstante decirse que es uno de los acontecimientos permanentes más complejos y uno de los más desorganizados. Es por ello que todavía muchos recuerdan a John F. Kennedy cuando al mencionar que todos somos consumidores, reconoció que es el sector más desorganizado.

CONSUMIR ES TAN COTIDIANO, QUE POR ELLO NO HA AMERITADO ORDEN
En el consumir, siendo por lo general un acto individual, es difícil encontrar grupos, aunque los hay, que se organicen para hacer un consumo sobre todo cuando la materia está expuesta a la generalidad. El caso del agua, por ejemplo, la leche en algunos lugares, el pan también. Y se puede ver que a diferencia de las grandes ciudades, es en los pueblos, en donde el consumidor tiene una clara conciencia de que lo es. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo considera un acto tan importante, que por ello fijó el día, allá por el 16 de abril de 1985, en un asamblea cuya resolución 39/ 248, fijó el 15 de marzo, con siete puntos que en general los fija a partir de un derecho que precisa información, educación no solo al cliente sino al vendedor, derecho a elegir, seguridad y calidad, y aparte, entre otros, ser compensado cuando no se cumple con ese derecho y el producto en cuestión.

EN MÉXICO, EL CONSUMIDOR SUELE VERSE DESDE LA PERSPECTIVA EMPRESARIAL
La Ley Federal de Protección al Consumidor data de 1976 y hubo una nueva en 1992, que tuvo reformas en diciembre del 2024 (Editorial Tirant Lo Blanch 2024). Aunque el nombre lo dice todo, en la práctica esa ley aplicada por la Procuraduría de la materia, se mueve mas bien en el trato con el que genera el consumo: el vendedor. Esa procuraduría es la que más falla, de las que existen, pese a tener varias sub procuradurías, en la protección. La tienda, como uno de los géneros que llevan al consumo, viola todo lo que atañe al caso. La ley de las sillas por ejemplo, que no se ve aplicada por ningún lado. Las cajas de las personas mayores se han eliminado en esas tiendas y en algunos casos, como en Soriana, se juntan con los cobros de servicios, lo que coloca los adultos en largas colas que a las tiendas no les preocupan El tiempo que se pierde en todas las grandes tiendas, pese a tener cajas desocupadas, no es de su incumbencia. El consumidor en los principios de la ONU, es tener todos los derechos a salvo y el tiempo no es uno de ellos.

UN CONSUMIDOR NO ATENDIDO, LLEVA AL CONSUMISMO
La falta de una organización, el predominio del que vende sobre el que compra, impide lo que señala la ONU, la educación, y eso lo vemos en el país en las fechas clave de celebración como la Navidad, el Día del amor y la amistad, el Día de las madres, entre otras fechas festivas, que exhiben el cúmulo de baratijas en que se invierte el dinero. Lo primordial en el que vende por lógica es vender y en la realidad de un consumidor no educado, es caer en la trampa del consumismo. Decía el poeta uruguayo, ahora radicado en España, Miguel Font:

Me asombra y enerva
ver tan brutal consumismo.
La búsqueda desesperada
del estatus
y el seguir como ovejas
la sugerencia
de la ultima publicación

 

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