Teresa Gil
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Buen regalo en el Día Internacional de Pueblos Indígenas. Dictaminar que indígenas y afromexicanos serán sujetos de derecho público es importante, pero deja dudas acerca de qué pasará con la multitud, miles, de comunidades que existen en el país, muchas en grave necesidad, que por no tener sector delimitado quedan fuera. Es dar un estatus a dos sectores que indudablemente lo merecen, pero se crea una ley especial que no favorece a millones de personas en el país. Indudablemente la gran mayoría de los que viven en México siendo mexicanos de origen, aunque tengan ancestros de otros países, que es el mismo caso de los afromexicanos, son parte de la gran nación mexicana y toda ley, con la generalidad que tienen las leyes, debe ser para todos. Las leyes deben regir la actualidad no el pasado, ni eventos de traslado como es el caso de los afros, porque en esa situación hay millones en México, todos mexicanos, cuyos ascendientes llegaron al país por necesidad o en búsqueda gde asilo.
MULTITUD DE COMUNIDADES, QUEDAN FUERA DEL BENEFICIO DE LA REFORMA
La ley, que se finca en la reforma del artículo segundo de la Constitución que pasa de convertir a los indígenas en sujetos de interés público ( lo cual también ya deslindaba en su especificidad al resto de la población) convirtiéndolos en sujetos de derecho público, con acciones específicas a esas comunidades, que no se extiende al resto de los mexicanos. Se pretende proteger los derechos y garantizar su respeto a la integridad, pero el resto de la gente necesitada en pobreza, precisa lo mismo. Con menos cinco millones que rescató de la pobreza el actual gobierno, quedan en el país 55 millones de pobres, la enorme mayoría de los cuales no son indígenas ni afromexicanos. Estos últimos, como sujetos de derecho público podrán recibir del estado presupuestos y otras garantías para sus propias comunidades. La idea es excelente, pero debe ampliarse al resto del pueblo que precisa de esas prestaciones. Debe ampliarse la ley para dar cabida a todas las comunidades que sin ser indígenas y afromexicanos, puedan demostrar la urgencia de que el estado los considere también de derecho público.
MÁS DE DE 20 MILLONES TENDRÁN ESTATUS ESPECIAL CON LA REFORMA
Con cifras cambiantes por el aumento poblacional, los indígenas del país son cerca de 17 millones, aunque se menciona que 22 millones se declararon de sangre indígena. En el censo que aglutinaba el 2010, eran más de once millones. Y esa población se concentra principalmente en el sureste y el centro, aunque hay diversidad de etnias también en el norte. Pero los estados que más concentran según datos públicos, son Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Yucatán, Puebla, Estado de México, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero, Michoacán, Campeche y Querétaro. La población afromexicana también se diversifica en cifras , aunque la más señalada del 2020, es de dos millones 276 mil personas que tienen su dominio primordialmente en Guerrero con el porcentaje más alto de 6.5 por ciento, seguido por Oaxaca por 4.9 y Veracruz con 33 por ciento. Estas dos poblaciones, serán las beneficiadas por este gobierno.