viernes, abril 19, 2024

Lev Yashín, la araña negra de Moscú

Luis Alberto García / Moscú

 

*Cartel oficial y vino tinto protocolario en homenaje al gran mundialista soviético.

*Ha sido el único arquero reconocido en Europa con el “Balón de Oro”.

*Revolucionó la forma de jugar y controlar el juego desde su puesto.

*Ganó la Copa de la URSS como portero de la selección de hockey en 1953.

 

Como cada cuatro años desde 1930 –a excepción de 1942, 1948 y 1952 debido a la Segunda Guerra Mundial y a las circunstancias posbélicas que dejaron a la humanidad hecha pedazos-, los terrícolas aficionados al futbol -forofos, tifosi o torcedores como llaman a los fanáticos en España, Italia y Brasil- convirtieron a 2018 en el Año del Balón ante la realización en Rusia de la Copa FIFA en su vigésima primera edición.

 

El 28 de noviembre de 2017, a tres días del sorteo de grupos del evento, la entidad que gobierna de futbol mundial presentó el cartel oficial de la competencia, en el que destaca –de guantes, uniforme y boina negra- la figura del mayor símbolo que ha tenido el país organizador en su historia.

 

Hay quienes lo consideran a Lev Yashín el mejor portero que ha existido y, como uno más de los homenajes al jugador moscovita, también se presentó un vino tinto argentino bautizado con su nombre, designado elemento importante de los actos protocolarios del gran torneo balompédico que arranca el próximo 14 de junio en estadio Luzhnikí –antes Lenin, clasificado entre los más grandes del mundo-, cuando se enfrenten Rusia y Arabia Saudita.

 

El vino lo elabora la Casa Alpasión de la provincia de argentina de Mendoza, uno de cuyos accionistas, Andrei Peregoudov, participó con algunos millones de dólares en la remodelación integral del estadio referido, que también será sede de la gran final mundialista, el domingo 15 de julio que viene.

 

Este personaje, de origen ruso radicado en Buenos Aires, compró los derechos para usar el nombre de Yashin y solicitó a un enólogo desarrollar un vino de alta calidad, y gracias y a sus contactos y a su dinero, logró que la bebida fuera seleccionada para formar parte de los homenajes al célebre arquero y de los actos de protocolo promovidos por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

 

Peregoudov informó que ordenó la elaboración de diez mil 300 botellas, diez mil para venderse en Rusia, y 300 en Argentina, con un costo promedio de 30 dólares cada una, pero en el mercado negro se consiguen en 550 dólares.

 

El empresario –enriquecido gracias a las privatizaciones hechas por el gobierno del Borís Yeltsin en la última década del siglo pasado- recordó que la primera vez que se brindó con su bebida fue en la reinauguración de estadio Luzhnikí, el 11 de noviembre de 2017, en el triunfo 1-0 de Argentina sobre Rusia.

 

¿Qué atributos tenía Lev Yashín para ser considerado un portero verdaderamente excepcional? Lo demuestra el hecho de haber sido el único en ese puesto que ganó en 1963 el “Balón de Oro” que entrega la revista France Football al jugador europeo del año, como también lo mereció en 1975 su compatriota, el delantero Oleg Blokhin, del Dinamo de Kiev.

 

Además, la Federación Internacional de Futbol / Historia y Estadísticas y el Comité Olímpico Internacional (COI) lo nombró el mejor arquero del siglo XX con motivo del cambio de milenio, y porque él modificó la función de los guardametas para siempre, al controlar desde su posición el juego dentro y fuera del área, jugando con los pies.

 

En el futbol, cada arquero tiene una personalidad que los distingue del resto, y en las décadas de 1950 y 1960, Yashín, nacido en Moscú el 22 de octubre de 1929, fue uno de los primeros en desarrollar su propio estilo al establecer esa modalidad y vestir siempre de oscuro, detalle que le hizo ganarse el apodo de la “Araña Negra”.

 

 

 

 

 

Deslumbrando con sus reflejos felinos y sus portentosas paradas, controlaba todo y, considerándose jugador de campo por haber sido delantero cuando actuó en fuerzas juveniles, era un defensa-portero magistral, al bloquear espacios y combinar perfectamente con sus zagueros.

 

Le costó trabajo establecerse en el Dínamo Moscú de donde, con el tiempo, nadie lo movió, con éxitos y fracasos entre 1950 y 1970 y, sin que jamás cambiara de equipo, como anécdota histórica queda el hecho de que, en su debut, aceptó un gol inverosímil pateado desde la portería opuesta, que le costó ir a la banca como suplente y no volver a la titularidad sino hasta 1953.

 

En ese intervalo, lo nombraron guardameta titular del equipo de hockey sobre hielo del Dínamo y de la selección nacional de ese deporte que levanta tantas pasiones como el futbol, al ganar el torneo de Copa de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas del mismo año.

 

Su paciencia rindió frutos ya que, durante 17 años, fue el guardameta inamovible de su club, donde conquistó cinco Ligas y tres Copas nacionales, convirtiéndose así en un jugador adelantado a su época.

 

A diferencia del resto de los porteros que pasaban los 90 minutos debajo del larguero, el moscovita sabía aprovechar toda la extensión de su área, lo que le servía para interrumpir la dirección de los servicios aéreos y anticiparse a los delanteros.

 

No conforme con eso, fue un especialista en detener tiros penales y el primero en utilizar guantes, resguardando la portería del cuadro nacional soviético en más de 70 ocasiones y conquistando la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne, Australia, en 1956, y la Eurocopa en Francia, en 1960.

 

La corona continental europea elevó la reputación de la selección soviética -sin embargo, no obstante tener una actuación personal relevante de Lev en el Campeonato Mundial de Chile, en 1962- fue eliminada en cuartos de final.

 

En la primera ronda, el equipo rojo que lucía las letras CCCP (URSS) en el pecho, empató 4-4 con Colombia, en un partido en el que Yashin recibió un gol olímpico –de la esquina a la portería- de Marcos Coll; tras esto, que no tuvo la menor importancia para él, un año después ganó el “Balón de Oro” y ser el primer portero en conquistarlo.

 

Jugó 813 encuentros oficiales con el Dínamo capitalino y la selección soviética, además de participar en 13 justas en las Copas del Mundo de 1958, 1962, 1966 y 1970: en 1971, 100 mil aficionados lo despidieron en el antiguo estadio Lenin de Moscú.

 

El empresario Peregoudov rememoró que Lev falleció el 20 de marzo de 1990, dejando un recuerdo imperecedero en la memoria del futbol del siglo XX, inmortalizado en la Copa FIFA / Rusia 2018 con un cártel deportivo y un vino tinto de los que, como se ha dicho, hay pocos y selectos, como Lev Yashín, la araña negra de Moscú.

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