Por: José Dávalos
Que pronto sea realidad
No quisiéramos ver ni oír a un niño, a una niña, que buscan y llaman a su mamá o a su papá, que los buscan con llanto y a gritos, y nadie les contesta porque no están; las autoridades han hecho prisioneros a sus papás porque no tienen con qué acreditar su estancia en los Estados Unidos. No quisiéramos verlos, ni oírlos, pero es un hecho que está ahí, sin pensar siquiera cuál y cuando será su fin.
Es un problema migratorio que exige pensar concienzudamente la forma de resolverlo, no como lo está haciendo el presidente Donald Trump, a quien parecen no importarle las familias deshechas, las almas de los niños y las niñas hechas pedazos, separados de su familia.
Se ha dicho con gran responsabilidad que a los problemas de la migración se les debe hacer frente de manera urgente con medidas como las siguientes, que hoy parecen sueño, pero que pronto pueden ser realidad:
- Es necesario hacer las cosas de tal modo que los inmigrantes se sientan y sean acogidos, en condiciones seguras y legales. Se requiere adquirir un compromiso concreto para aplicar y simplificar la concesión de visados por motivos humanitarios y para la reunificación familiar. Es urgente preferir soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran a los Estados Unidos sin estar autorizados. El principio de centralidad de la persona humana obliga a anteponer siempre la seguridad de la persona humana a la nacional.
- Se requiere la protección con todas las acciones de defensa de los derechos y de la dignidad de los inmigrantes, independientemente de su calidad migratoria. Es necesario que en el respeto a su dignidad, les sea concedida la libertad de movimiento en el país que los acoge, la posibilidad de trabajar y el acceso a los medios de telecomunicación.
- Es necesaria la promoción del inmigrante, a fin de que tenga posibilidad de realizarse como persona en todas las dimensiones como la inserción socio-laboral, garantizándoles la posibilidad de trabajar, cursos formativos lingüísticos y de ciudadanía, así como también una información adecuada en sus propias lenguas.
- La integración es la parte fundamental del desarrollo del inmigrante, en el plano de las oportunidades de enriquecimiento intercultural. La integración consiste en descubrir su secreto al otro, en abrirse a él para aceptar sus aspectos válidos y contribuir así al conocimiento mayor de cada uno.
Un sueño, que ojalá pronto sea realidad.
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