jueves, noviembre 28, 2024

La precariedad laboral en el Sur del país restringe la competitividad de las mujeres

CIUDAD DE MÉXICO.- Las condiciones de precariedad laboral en las que se encuentran las mujeres en el Sur del país sin acceso a instituciones de salud y sin recibir ingresos por su trabajo o con ingresos menores a un salario mínimo, restringen su nivel de competitividad y las coloca en condiciones menos favorable en comparación a la participación de las mujeres en las diferentes regiones del país.

Es decir, que en la región sur del país unas 782.8 mil mujeres no recibe ingresos y 2.8 millones de mujeres ocupadas reciben ingresos menores a un salario mínimo.

De acuerdo con SemMéxico, en el país 37 de cada 100 mujeres ocupadas en México no reciben un salario por su trabajo o apenas obtienen hasta un salario mínimo, mientras que en el sur es el 52 por ciento, de acuerdo a los datos del INEGI 2022. La participación laboral de las mujeres podrá ser semejante, pero las condiciones laborales son disímiles entre el norte, zona metropolitana y sur.

En el reporte “El sur de México: atraso, brechas y abandono” de la organización social Signos Vitales muestra la preocupante realidad que ha vivido la región sur del país desde hace décadas y que ahora, con la actual administración, ha empeorado.

El Sur de México presenta focos rojos para el fututo de 42 millones de mexicanas y mexicanos. Los indicadores sociales reflejan un gran retroceso a pesar de que los dos proyectos emblemáticos de este gobierno, la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, no representan claras opciones para detonar el desarrollo de la región.

Las entidades consideradas en esta Región son: Campeche, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.

Al cuarto trimestre de 2021 la participación de la mujer en la población ocupada es casi idéntica en todas las regiones del país, aunque el sur registra el mayor nivel de atraso, con 38.4% del total de los ocupados (INEGI, 2022b). Dicha participación es, en promedio, casi la misma tanto en el sur como en el norte (39.3%), y ambas se mantienen todavía por debajo de la participación nacional del último trimestre de 2019, antes de la crisis sanitaria (39.6%).

El sur está lleno de contrastes, contiene a las entidades con menor participación laboral de la mujer como son: Campeche con 37.5%; Chiapas con 32.9%; Tabasco, con 35.6%, y Veracruz con el 35.1%.

Pero también se encuentran cuatro de las siete entidades del país con mayor participación laboral de la mujer: Oaxaca con 41.6%; Hidalgo con 41.4%, Puebla con 41.3% y Tlaxcala, 41.2% de acuerdo a datos del INEGI (2022b).

En la informalidad laboral se encuentran alrededor de 1.45 millones de mujeres ocupadas en el país que no recibe ingresos por su trabajo, es decir el 6.5% del total de las mujeres ocupadas. Son las mujeres que no tienen acceso a instituciones de salud.

En el sur el 11.4% de las mujeres, unas 782.8 mil mujeres no recibe ingresos, mientras que en el norte y zona metropolitana esta proporción es mucho menos de la mitad (El 4.2% y 4.5%, respectivamente).

La pobreza laboral, las mujeres que reciben menos de un salario mínimo, se extiende en una mayoría de mujeres del sur del país. Ahí radica el 40.2% de las mujeres ocupadas con ingresos menores a un salario mínimo que son 2.8 millones de mujeres. Mientras que en el norte esta cifra es inferior (24.4%) (INEGI, 2022b).

La región sur agrupa tanto a aquellas entidades federativas en la que la participación de la mujer en horas de trabajo es muy reducida, pero así también entidades en las que la jornada laboral puede resultar excesiva. Los ejemplos de Oaxaca y Chiapas dejan de manifiesto esta problemática.

La elevada participación de la mujer en el mercado laboral en Oaxaca, que es superior a la media nacional (41.6%), se debe a la corta duración de la jornada laboral. El 48.7% de estas mujeres tiene jornadas laborales menores a 34 horas a la semana, y un porcentaje considerable apenas puede trabajar 15 horas a la semana (17.9%).

Chiapas es un caso particular, pues el 24.2% de las mujeres ocupadas tiene jornadas de más de 48 horas a la semana, pero también el 40.5% trabaja hasta 34 horas a la semana (INEGI, 2022b).
AM.MX/fm

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