viernes, marzo 29, 2024

La población zacatecana que trae la música por dentro

Adrián García Aguirre / Nochistlán de Mejía

* Nochistán, melodioso Pueblo Mágico con muchos escenarios.
* Los feligreses nochistlenses veneran al Güerito San Sebastián.
* Francisco Tenamaxtle es uno de sus héroes históricos.
* Pedro de Alvarado y la batalla del cerro del Mixtón.
* Pollo a la Valentina en el restaurante de Doña Chuy.
* Tequila en La faena, La Casa Grande y Las Coloradas.

Nochistlán nunca está en silencio: es un Pueblo Mágico habituado a la música y a las romerías, como aquella que cada mes de octubre se hace en honor a la Virgen del Rosario, sobre una tierra en la que crecen los limoneros y los duraznos, con cerros y lomas altas que, imponentes y vigilantes, forman la sierra que lleva su nombre.
Caxcanes, españoles y otros componentes del género humano fueron los primeros habitantes esta región, para fundar una villa que, con numerosos escenarios naturales a visitar, muchos años después, estaría orgullosa de tener los templos de San Francisco de Asis y San José.
Asimismo, los jardines Morelos con su kiosko de cantera y de los Mártires de 1864, que recuerda a los soldados que combatieron a los franceses en ese año, el segundo de la invasión ordenada al austriaco Maximiliano de Habsburgo por el emperador Napoleón III.
En esa melodiosa e histórica población se celebra al Güerito San Sebastián –centro de la atención de la feligresía devota-, a Francisco Tenamaxtle y a otros personajes del pasado que hubieran querido comer el pollo a la Valentina del restaurante de Doña Chuy, entequilarse en La Faena, La Casa Grande o Las Coloradas.
Nochistlán es un Pueblo Mágico ubicado en el municipio de Nochistlán de Mejía -en el sur del estado de Zacatecas-, cuya fundación se remonta a 1532, por lo que se considera la segunda cabecera municipal zacatecana más antigua, por detrás de García de la Cadena, Ciudad Heroica desde el 13 de mayo 2015.
Algo que resulta sorprendente para los visitantes es que en este lugar fue fundada por primera vez la ciudad de Guadalajara, para luego ser trasladada al Valle de Atemajac, Jalisco, su penúltimo domicilio que, dicen, huele a tierra mojada.
Nochistlán –con una población que es su alma gemela en Oaxaca- siempre se ha caracterizado por su arquitectura y cultura, ante lo cual fue declarada Pueblo Mágico el 26 de noviembre de 2012 por parte de la Secretaría de Turismo, considerando también sus tradiciones, costumbres y leyendas.
La palabra Nochistlán viene de Noch-tlan: Noch (tli): “lugar de tunas”, Noch-ez-tlán: Noch (tli)-ez(tli)-tlan: “lugar de grana”; que significa: lugar de tunas o de grana; según la interpretación, y el apellido Mejía que aparece en el municipio es en reconocimiento al coronel J. Jesús Mejía, defensor de la población en el ataque que hicieron los intervencionistas franceses el 13 de mayo de 1864.
Las primeras noticias sobre los pobladores en este lugar señala a los tecuexes, que formaron sus poblados hacia el año 1000 d.C.; posteriormente aparecen los caxcanes, provenientes del valle de Tuitlán, dentro del actual municipio de Villanueva.
Los españoles llegaron al lugar el viernes 1 de abril de 1530, comandados por Nuño Beltrán de Guzmán, quien informa al emperador Carlos V que había suficientes víveres en este poblado y que era su intención celebrar la Semana Santa,
Ordenó construir una iglesia de caña y paja, y solamente estuvo ahí tres semanas, usando ese sitio como base para conocer los alrededores como Jalpa.
La Villa de Guadalajara duró hasta el mes de julio del año 1533 y para el 8 de agosto del mismo año aparece un acta de cabildos teniendo ya como sede el lugar conocido como Tonalá; pero las inconformidades por los malos tratos que los españoles daban a los naturales desembocó de manera violenta.
El punto de partida fue una ceremonia que se llevó a cabo en Tlaxicoringa, en el valle de Huasamota, describiéndola Pentécatl, señor de Tzapotzingo, uno de los señoríos de la llanura costera de Nayarit, de la siguiente manera: “Celebraban todos…Ponían un calabozo y bailaban en derredor,… no había de quedar español con vida”.
Aparece entonces una serie de embajadores caxcanes, que pusieron en marcha una propaganda oral en todos los pobladores, también llamada por los españoles como “Tlatol”, en donde los embajadores les prometían comida sin tener que trabajar.
Entre los líderes caxcanes más importantes de ésta lucha, se distingue a Tenamaxtle, originario de Nochistlán, quien tuvo victorias sobre los españoles, y entre ellas cobra importancia histórica la librada en el cerro del Mixtón contra Pedro de Alvarado en Las Huertas de Nochistlán.
Al capitán español le cayó encima el caballo que montaba su escribano Baltasar de Montoya el 24 de junio y murió en la Villa de Guadalajara, que para esos entonces ya se encontraba en Tlacotán, el 4 de julio de 1541.
El triunfo alcanzado por Tenamaxtle lo hace pensar en atacar la Villa de Guadalajara que en esos momentos tenía como asiento Tlacotán, hoy Ixtlahuacán del Río, contando con el apoyo de los huaraves, tepehuanes, huastecos, zacatecos, custiques, chiconates y los propios caxcanes.
A pesar del entusiasmo de los naturales, fue imposible tomar la Villa de Guadalajara siendo derrotados por los españoles, con el regreso de los indígenas a Nochistlán, pensando que era mejor pelear en un terreno conocido y favorable por su geografía, para continuar la lucha sin dar tregua al enemigo.

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